Como todos los años, se ha celebrado la Noche Irlandesa en Madrid que sirve para que nos reunamos los amigos de Irlanda en torno a la presentación de las novedades turísticas del año. En esta ocasión contó con la presencia del nuevo embajador de Irlanda en España, David John Cooney, que presentó sus cartas credenciales al rey el pasado mes de enero.
El máximo representante irlandés reveló que de enero a diciembre de 2014 se incrementó en un 11% la llegada de visitantes españoles a Irlanda, es decir: 291.000 personas, lo que ha supuesto todo un récord.
Irlanda ha sido declarada por Lonely Planet como uno de los mejores destinos turísticos de 2015 por la hospitalidad y autenticidad de sus habitantes, su naturaleza silvestre, su perfecta combinación entre tradición y modernidad y su gastronomía.
El embajador David J. Cooney en la presentación de Turismo de Irlanda. Foto: PILAR ARCOS
Una de las novedades más destacadas es que en 2015 se celebra el Año del Diseño Irlandés, un gran escaparate de diferentes tendencias artísticas que van desde la moda, a la arquitectura, la artesanía, la gastronomía, las artes aplicadas… La Asociación Internacional de Diseñadores ha escogido a Dublín como centro del diseño mundial, aunque se celebrarán más de un centenar de actos y exhibiciones a través de toda la isla. Un gran número de festivales se harán eco de esta celebración, como el Festival de San Patricio, el Festival Internacional de las Artes en Galway, o el Festival de Arte y Diseño de Cork, entre otros.
Pero el grueso de la oferta turística irlandesa de este año ha echado la vista atrás para mejorar significativamente propuestas del pasado. Así, se conmemora el 150 aniversario del nacimiento del poeta W. B. Yeats (1865-1939), premio Nobel de Literatura en 1923, con diversos actos en los lugares donde nació y vivió como Dublín y Sligo, algunos dentro de la Ruta Costera del Atlántico.
Precisamente este camino turístico, la carretera costera señalizada más larga del planeta, que recorre 2.500 kilómetros por paisajes espectaculares y naturaleza salvaje en estado puro, inaugurará en 2015 nuevas infraestructuras en el tramo que transcurre desde el oeste del condado de Cork hasta el de Donegal.
Zapateado irlandés, “ceili”. Foto: PILAR ARCOS.
Irlanda es una isla de película, como lo atestiguan los múltiples filmes que allí se han rodado. La señorita Julia, rodada en Castle Coole, en el paraíso de los lagos del Condado de Fermanagh, es una muestra de ello. Asimismo, Juego de Tronos sigue siendo fiel a tierras norirlandesas con la grabación de su sexta temporada. Los turistas-fans están de enhorabuena ya que podrán adentrarse por las localizaciones donde se rodó esta serie y disfrutar de recreaciones de algunas de las más relevantes escenas como las rodadas en Castle Ward en el condado de Down, Invernalia en la serie.
Mini torneo de golf entre los asistentes a la Noche Irlandesa. Fotos: PILAR ARCOS.
Y el más claro ejemplo de utilizar los recursos del pasado mejorándolos en nuestros días es el tour denominado “Caminando sobre el mar en el sendero de los gobbins” (“gobain” significa “hito de roca” en gaélico), un camino con puentes construidos entre 53 y 65 metros sobre el mar (en la imagen que encabeza estas líneas, uno de ellos en una postal coloreada de 1902) pasarelas rescatadas de principios del siglo XX y acondicionadas con toda la seguridad que requieren nuestros días. Es toda una experiencia recorrerlas para visitar acantilados y cuevas en la costa de Irlanda del Norte en el condado Antrim en Islandmagee.
A todo ello se une la habitual celebración del Festival de San Patricio, patrón del país, del 14 al 17 de marzo. Y el Irish Open, que tendrá lugar del 28 al 31 de mayo en el club de golf Royal County Down, Irlanda del Norte, uno de los mejores campos de golf de los 400 que hay repartidos por toda la isla.
Cena de la Noche Irlandesa en el Café de National Geoghaphic en Madrid. Foto: PILAR ARCOS.
La Noche Irlandesa en Madrid, ofrecida por la Oficina de Turismo que dirige Barbara Wood, secundada por Pura Giménez, contó también con la presencia de la esposa del embajador, Geraldine O’Kelly. La fiesta se completó con un pequeño torneo de mini golf, aperitivo del Open, un espectáculo de danza típica de zapateado irlandés, también conocido como “ceili”, y una cena a base de productos típicos del país, entre los que no faltaron el “boxty”, pastel de patata, el “irish shepherd’s pie”, pastel de pastor, el célebre estofado de ternera a la cerveza, y por supuesto la cerveza Guinness, y el café irlandés.
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