Stephen Hawking ha dicho al respecto: “Esto ayudará a ver reliquias universales”. Einstein predijo lo que hoy es un hallazgo de gran magnitud: las órbitas gravitacionales. Según Einstein los cuerpos con gran masa curvan el espacio. Cuando dos cuerpos de este tipo chocan, se forman ondas en el tejido espacial que pueden viajar en el vacío a la velocidad de la luz. El descubrimiento servirá para detectar fenómenos de extrema violencia en el universo, como la fusión de agujeros negros y de estrellas de neutrones, la explosión de supernovas o incluso la del Big Bang.
En realidad, sabemos que detrás de este fenómeno están músicos de gran masa inquietos en su proceder. En particular hace tiempo que se siguen los movimientos de Fats Domino, músico nacido en Nueva Orleans hace 87 años y que en 1955 (año de nacimiento del rock & roll) dio el pelotazo con “Ain´t That A Shame”. Astrofísicos de todo el mundo vigilan desde entonces las 220 libras de peso de Domino temiendo que vuelva a percutir sobre las teclas del piano. “No lo hagas, Fats”, se ha llegado a aconsejar al músico últimamente. Sin embargo, el bueno de Fats Domino hace caso omiso a las advertencias. Es incorregible. Lo suyo es muy grande.
Nacido un 26/28 (no hay acuerdo) de febrero de 1928, no fue una gran estrella en el arranque de su carrera dentro del r & b, pero como ocurrió con otros músicos como Bo Diddley su fama e influencia no tardó en expandirse desde mediados de los cincuenta, cosechando en diez años nada menos que 63 entradas en las listas Billboard. Su carrera está asociada a su maestro Profesor Longhair, y sus pasos vienen de la mano de grandes músicos como Louis Jordan, Amos Milburn o Charles Brown. Gracias a Dave Bartholomew, que lo descubre tocando en el Hideway Club, ficha para el sello Imperial. Ahí arranca la leyenda. Paul McCartney escribió “Lady Madonna” emulando el estilo de Fats. Y John Lennon incluyó “Ain´t That A Shame” en su disco Rock & Roll. Sin Fats no tendríamos ni a Billy Joel ni a Elton John. Cuando el huracán Katrina en 2005, Domino fue recatado en un bote y sacado de su casa completamente inundada. Gracias al disco tributo de 2007 Going Home: A Tribute to Fats Domino en el que contribuyeron numerosos artistas, su casa pudo ser reconstruida.
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