Las conversaciones de Zaplana

«¿Dónde está la ilegalidad de comercializar la patente de un producto de desinfección de agua? ¿De dónde se puede sacar la conclusión de que es una operación delictiva? Es tan fácil cómo comprobar que Aguas de Barcelona lo está estudiando. Esa conversación tendrá unos dos meses. No hay ni una peseta. ¿Acaso por ello soy un intermediario?», me comenta Eduardo Zaplana por teléfono tras enviar un comunicado desvinculándose de una de las operaciones que cita el juez Eloy Velasco en el auto de prisión de Ignacio González. «Nunca he tenido ni tengo ninguna sociedad ni relación mercantil con González». Y es contundente. «Si hay algún indicio, que me llamé a declarar».

Entre las maniobras orquestales de quién fue la sombra de Esperanza Aguirre estaría la proposición a Zaplana de crear una «estructura financiera» para «canalizar algún tipo de operación» a través de «sociedades opacas y testaferros». Punto que niega el exministro de Trabajo de José Mª Aznar. «Desconozco el contenido del auto en el que se me menciona y la interpretación que se esté efectuando respecto de conversaciones de terceros, pero rechazo las interpretaciones por falsas y cualquier relación con un asunto de blanqueo».

No es la única escucha de Zaplana con su amigo Nacho González. En otra el expresidente de Comunidad de Madrid critica a la Fiscalía Anticorrupción, tranquilizándole Zaplana de que será Manuel Moix quién asuma la plaza. «No conozco al fiscal. ¿Tengo yo influencia o algo que ver con su nombramiento? ¡Qué le pregunten al señor Rajoy  o al ministro de Justicia! Otra cosa es que al escuchar las conversaciones te sonrojes por tus palabras, pero no hay nada delictivo».

Fue en septiembre de 2014 cuando Zaplana concedía su primera entrevista desde que dejó la política a finales de abril de 2008 «sin mirar atrás» para entrar por la puerta giratoria a Telefónica. «No presumo, pero lo cierto es que jamás tuve un problema judicial» (http://www.abc.es/espana/20140929/abci-eduardo-zaplana-entrevista-problema-201409281741.html) era el titular, donde desmentía que hubiera dicho que estaba en política «para forrarse», una frase de otro dirigente del PP valenciano, Vicente Sanz. «Si al final me viene todo por el maldito teléfono», exclama el asesor de la compañía quizá recordando los pinchazos del caso Naseiro.

Justo un mes más tarde de esa conversación arrancaba la Operación Púnica, comentándome Zaplana que el titular de la entrevista en ABC había levantado ampollas y estaban buscando la manera de encontrarle alguna vinculación con la trama. Curiosamente tanto Púnica como la Operación Lezo llevan el apellido de Velasco, quién fue durante ocho años Director General de Justicia de la Generalitat bajo la presidencia de Zaplana hasta que lo cesaron en el 2003 con Francisco Camps. «Aunque a Velasco hace tiempo que le he perdido la pista».