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Eran «cuatro golfos», según Chaves

Eran «cuatro golfos», según Chaves
Marisa Gallero el

 

Manuel Chaves y José Antonio Griñán ya no son del PSOE, o eso quisiera el que ha sido su partido hasta hace unas horas. Se han dado de baja voluntaria tras conocer que serán juzgados por un presunto delito continuado de prevaricación. Añádele malversación a Griñán.

Ya no es cosa de «cuatro golfos», como decía el expresidente andaluz defendiendo la legalidad del procedimiento que otorgó 855 millones de euros con la partida 31L –el conocido «fondo de reptiles»–.

No sólo se sienta en el banquillo Chaves y Griñán, les acompañarán otros 24 ex altos cargos de la Junta de Andalucía, entre ellos seis exconsejeros, Gaspar Zarrías, Magdalena Álvarez, José Antonio Viera, Antonio Fernández, Francisco Vallejo y Carmen Martínez Aguayo. Todo un sistema de Gobierno examinado con lupa por la Justicia.

Más de una década entregando ayudas a empresas y personas afectadas por un expediente de regulación de empleo mediante un método «claramente ilegal» con una absoluta  «ausencia de control». Toda una red clientelar. Como destaca el juez: «No era posible desconocer los graves hechos» de «un sistema carente de las más elementales exigencias».

Comento la información con uno de los dirigentes acusados, al que todavía no he conseguido convencer para que hable. «Estamos condenados a ser juzgados». Se sentará en el juicio oral junto a los expresidentes de la Junta de Andalucía y como ellos sigue defendiendo que el procedimiento era legal, y no necesitaba «ni publicidad ni concurrencia».

«No hay ningún ERE falso. El juez tiene la relación de los 6.400 andaluces que cobraron las ayudas y que a día de hoy las siguen cobrando. No son ayudas a empresas, sino a trabajadores. Si has malversado, ¿por qué no requieres a esas personas para que devuelvan el dinero? Comete los mismos errores de bulto que Alaya».

Según el auto, el responsable de entregar la mayoría de las subvenciones con «total arbitrariedad, sin justificar los motivos de la concesión, sin controlar el destino de los fondos» fue Javier Guerrero, ex director general de Trabajo de la Junta. Durante años, fue el más señalado del caso, el más mediático por la declaración de su chófer acusándole de gastarse dinero público «en droga y copas».

Ahora el juez le ha dado la razón cuando denunciaba que parecía que la Junta era sólo él. «Chaves y Griñán presidían un Gobierno que tenía que conocer el sistema de ayudas. Muchos han querido hacer ver que esto era una corruptela de la Consejería de Empleo y los demás nos vamos de rositas…».

La cuestión es hasta dónde lo conocían entonces otros mandos intermedios. Ya lo contó en ABC: «¡Por Dios, cómo no iba a conocer Susana Díaz el sistema de ayudas de los ERE!». No sólo porque fue la mano derecha de Griñán, sino «por los cargos orgánicos que ha tenido. Sobre todo, estando con José Antonio Viera de secretaria de organización del PSOE».

Después de cinco años y medio, en un tiempo sin Gobierno, donde los jueces son los únicos que siguen investigando procesos sin fin, el partido hegemónico en Andalucía, ese PSOE andaluz eterno, y gran parte de su cúpula directiva, serán juzgados.

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Marisa Gallero el

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