Fischer Random Chess, Chess 960, Ajedrez 960, FRC, ajedrez aleatorio de Fischer… El nombre varía, pero el propósito es el mismo, sortear la posición de las piezas (solo los peones están en su sitio) para evitar que la preparación en las aperturas mate la espontaneidad del ajedrez. El invento se practica cada vez más en algunas webs (como lichess), pero su aceptación es limitada. Este viernes, sin embargo, empieza en Noruega (a las 17.00 se juega la primera partida) un duelo por todo lo alto. Se anuncia como campeonato del mundo no oficial y lo disputan el campeón oficial y número 1, Magnus Carlsen, y el estadounidense Hikaru Nakamura (número 8), que honrarán la idea de Bobby Fischer.
Serán 16 partidas, que se jugarán en Høvikodden, a las afueras de Oslo, y se podrán ver en directo en las distintas páginas especializadas. En Chess.com se podrán disfrutar con los comentarios del GM Yasser Seirawan y de la MI Anna Rudolf. La bolsa de premios asciende a 155.000 euros (1,5 millones de coronas), de la que el ganador se quedará el 60%.
En los primeros cuatro días (9,10,11 y 12 de febrero), los contendientes jugarán dos partidas cada día (a las 17.00 y a las 20.00 horas), con 45 minutos para las primeras 40 jugadas y 15 minutos para el resto, sin incremento. La puntuación para estas partidas será de 2 puntos por victoria, 1 por tablas y 0 por derrota.
El 13 de febrero se disputarán ocho partidas más, a un ritmo más rápido: 10 minutos en total, más 5 segundos de incremento por jugada. La puntuación será de un punto por victoria, medio por tablas y cero por derrota.
Si después de las 16 partidas el matador refleja un empate, se jugará una relámpago con sistema Armagedón: las blancas tienen un minuto más, pero el empate le da el título a las negras.
A priori, parece favorito Carlsen, no solo porque siempre lo es, sino porque él ya practica de algún modo el ajedrez aleatorio, con su propensión a jugar aperturas nuevas y evitar así la preparación de sus rivales. Sin embargo, Nakamura es un experto en este tipo de ajedrez e incluso venció a Carlsen por 2,5 a 0,5 en el mini-match de ajedrez Fischer Random dentro de la final del Speed Chess, el pasado 3 de enero.
El ajedrez de Fischer se caracteriza porque proporciona posiciones completamente nuevas, a veces antinaturales. Es necesario pensar desde la primera jugada y saber adaptarse a entornos imprevistos. Al sortear la posición de las piezas, se generan hasta 960 posiciones posibles para empezar cada partida, aunque una de ellas (descartada para este duelo) es la que todos conocemos. El resto de las reglas son las mismas, salvo las del enroque. Carlsen, de hecho, comentó en broma antes del duelo que su única preparación para enfrentarse a Nakamura fue repasar dichas normas.
En una entrevista publicada en la web oficial del torneo, y escrita por el periodista especializado Tarjei J Svensen, Nakamura cuenta que «teniendo en cuenta el alto incidente de tablas en los torneos clásicos, es necesario empezar a pensar más para hacer el ajedrez más emocionante».
Nakamura, que aboga por la existencia de más torneos de ajedrez 960, añade que se toma el duelo «muy en serio», aunque la preparación es muy distinta, porque no puedes hacer 15 o 20 jugadas rápidas y luego empezar a pensar. El americano cree también, sin falsa modestia, que entre los mejores del mundo en esa especialidad destacan Magnus, Levon Aronian y él mismo. En las partidas entre el noruego y Wesley So, por ejemplo, afirma que Carlsen fue «mucho mejor», aunque cometió algunos errores.
Por supuesto, nadie quiere que este ajedrez u otros, como el neoclásico, sustituyan al de toda la vida. Todos son interesantes y pueden convivir de forma pacífica. Apoyemos la biodiversidad.
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