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La variante Nakamura: gafas de póquer para jugar al ajedrez

La variante Nakamura: gafas de póquer para jugar al ajedrez
La «variante Nakamura», un intento distinto de superar a Carlsen
Federico Marín Bellón el

Hikaru Nakamura es un gran aficionado al póquer. Según dicen, un viaje a Las Vegas a lo Piqué le costó la relación con Garry Kasparov, que entonces era su entrenador. El estadounidense, que lidera la Sinquefield Cup, se presentó con gafas de sol para jugar contra Magnus Carlsen, número uno del mundo y su bestia negra. ¿Le salió bien la variante?

Nakamura jugaba con negras y su marcador frente a Carlsen era como para tener miedo: trece tablas y siete derrotas, sin ninguna victoria a su favor. No pintaba bien, pero ya fuera por las gafas o porque el gran maestro de origen japonés no es ningún percebe jugando al ajedrez, se las arregló para conseguir ventaja de material. Nunca tuvo cerca la victoria, pero solventó con unas tablas cómodas el envite. Teniendo en cuenta que es líder en solitario después de ganar a Kamsky y a Aronian en las dos primeras rondas, su posición es inmejorable en un torneo tan fuerte y tan corto, patrocinado por el multimillonario Rex Sinquefield.

Las gafas reflectantes, el último intento para frenar a Carlsen

En realidad, como cuenta Brian Jerauld en Chessdom, la variante la ideó el húngaro Pal Benko hace décadas, convencido de que su mala racha contra Mijail Tal tenía que estar relacionada con los supuestos poderes hipnóticos del excampeón del mundo. «Por primera vez en su vida», comentaba el gran maestro Ian Rogers, «Carlsen tiene que mirar a su rival y verse a sí mismo». «Eso será terrorífico».

El protagonista de la noticia le quitaba hierro a su decisión. «Simplemente sentía que tenía que hacer algo diferente. ¿Por qué no? La vida es corta. De vez en cuando el ajedrez puede tener algo divertido, teniendo en cuenta lo serio que suele parecer».

Otro antecedente divertido eran las viseras que solía usar Fischer, otro convencido de la capacidad hipnótica de los jugadores soviéticos. Ellos mismos creían en esos poderes, hay que decir. Nenad Stankovic, guardaspaldas de Spassky, explicaba por aquí que a Bobby no le sentó nada bien el día que Boris decidió presentarse con otra visera. respecto a las gafas, muy populares en las mesas de poker, no todos son partidarios y tienen claros detractores, como Negreanu, quien sostiene que es cosa de tramposos. 

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