Después de varios años de crisis, el póker online remontó en 2018 y se sobrepuso a los efectos negativos causados por la regulación del juego por internet. La llegada de la liquidez compartida (los jugadores españoles ya pueden enfrentarse a los de otros países) ha sido providencial. Así, en 2018 el póker virtual creció un 37% y rozó los 82 millones de euros en ingresos brutos, según los datos publicados por la Dirección General de la Ordenación del Juego, de los que se hace eco JDigital.
Dicha organización, que agrupa a las empresas del sector, ha celebrado los buenos resultados. Para su presidente, Mikel López de Torre, «estas cifras demuestran la buena labor que se está llevando a cabo en temas regulatorios en materia de juego online en España, ofreciendo a los usuarios un mercado atractivo a al vez que seguro».
Antes de la regulación, entre 2007 y 2011, el póker online pasó de 40 millones a más de 100. Sin embargo, las leyes de 2012 convirtieron el póker online en un juego poco atractivo para los jugadores –los mejores emigraron– y el sector se redujo. En 2017 los ingresos fueron de unos 60 millones de euros, lo que representaba una caída del 40% respecto a las cifras de junio de 2012.
En julio de 2017, la Dirección General de Ordenación del Juego de España y sus homólogos de Francia, Italia y Portugal suscribieron un acuerdo sobre liquidez compartida, que entró en vigor en enero del año pasado.
El crecimiento del póker ha empujado a su vez el del juego online en general, que crecido un 25% en España el año pasado, rozando los 700 millones de euros ingresos brutos. Las apuestas deportivas, el segmento con mayor peso en la industria, han superado los 365 millones, un 18% más que el año anterior.
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