Se cumplen tres años de la puesta en marcha de la regulación sobre el juego en España y JDigital (Asociación Española de Juego Digital) ha aprovechado para hacer balance. En general, la ley ha traído cosas buenas, como seguridad jurídica, transparencia y orden en el sector, pero no ha sabido esquivar algunos de los principales peligros. En el caso del póker, que es el que más interesa en este blog, cientos de jugadores han huido de España y otros recurren a vías ilegales, justo lo que se intentaba evitar. Una tributación excesiva y la falta de liquidez internacional (los jugadores españoles solo pueden jugar entre ellos) son las lacras del sector. Ya lo decía Adrián Mateos en una entrevista reciente: «Es España es prácticamente imposible vivir del póker».
Las virtudes de la ley con el que nació el «juego.es» no son soslayadas por el informe. Miguel Ferrer, asesor en asuntos públicos de Jdigital, destaca que el sector regulado «ha innovado no solo un sector económico, sino también una forma de regular una industria gracias a nuevos estándares de calidad y seguridad». «Confío en que ese éxito no sea sometido a un retroceso», añade. Rafael Jiménez, de RANK, también cree que «la regulación ha traído importantes medidas positivas desde el punto de vista del juego responsable, así como notables medidas de control y transparencia en los operadores».
Dicho esto, Sacha Michaud, presidente del organismo de juego, asegura que «el principal reto es eliminar el estigma que el juego online tiene en España, a pesar de haber logrado hacerse un hueco importante en el sector e-commerce, alcanzando la quinta posición del ranking de las ramas con más actividad por volumen de negocio y número de transacciones».
Esther Martín, de Betfair, critica que «la carga fiscal está entre las mayores de toda Europa» y considera que «la liquidez internacional marcaría la diferencia en términos de crecimiento de mercado en España». Pedro Extremera, de Playtech, habla de los problemas de competitividad que sufre la oferta de juego online en España, «por la excesiva fiscalidad y la imposibilidad de compensar el impacto del IVA». Rubén Iglesias considera que «si no se reducen los impuestos, es imposible que existan tantos operadores, por lo que o bien se tendrán que fusionar o desaparecerán; no hay sitio para todos». En el sector, como se puede ver, hay casi unanimidad sobre estos aspectos.
Mercado negro y pasividad del regulador
Simón Muñoz, de Educapoker, es el más contundente y señala que la «reducción artificial de la oferta, unida al alto nivel impositivo sobre el juego, ha expulsado del mercado a la gran mayoría de jugadores, que ahora tributan en otras jurisdicciones, como el Reino Unido, o bien directamente al mercado negro jugando a través de VPNs, ante la pasividad del regulador». Muñoz también explica que «en un marco de crecimiento de dos cifras porcentuales del juego online en España en el último año, el póker ha perdido ingresos». «Las cifras corroboran que el marco legislativo del juego online no es adecuado para el póker, un juego que a diferencia de lo que ocurre en apuestas y casino, es dependiente de la liquidez del sistema, el número de jugadores que componen la oferta, la cual está cerrada artificialmente para el mercado español».
«El éxodo continuo de jugadores», prosigue Muñoz, «se evidencia mes a mes en los datos de tráfico de los distintos operadores de póquer licenciados en España. Si cada vez más gente juega a póker en España, como demuestran los números de participación de los torneos presenciales organizados en nuestro país, la cifra de jugadores en internet no deja de caer, encontrándose en estos momentos en mínimos desde la regulación. En resumidas cuentas, los jugadores no están dejando de jugar, como indicarían los números de la DGOJ; simplemente se están viendo forzados a hacerlo fuera de los canales legales. Por todo ello, es necesario un cambio inminente en la regulación del póker española, una apertura de la liquidez y una reducción del nivel impositivo que sufren jugadores y operadores. La alternativa es perder decenas de millones de euros en impuestos que podrían ser recaudados para mejorar servicios sociales y que hoy en día están literalmente volando fuera de España».
Cristina García, de Zitro, cierra el informe con una conclusión: «Está en la mano de la DGOJ el mejorar la actividad, bien por la vía de permitir mayores posibilidades al juego, por conceder la deseada liquidez internacional a los juegos necesitados de la misma, y también por la vía de una rebaja impositiva, que por otro lado está siendo reclamada por todo el sector, como elemento necesario invertir su actual apalancamiento».
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