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Tecnologías disruptivas y relaciones internacionales

Tecnologías disruptivas y relaciones internacionales
Jorge Cachinero el

El crecimiento de las tecnologías emergentes y disruptivasEmerging and Disruptive Technologies (EDTs), en inglés- es de naturaleza exponencial por lo que el ritmo de la disrupción que introducen en las sociedades contemporáneas seguirá creciendo.

Las nuevas tecnologías se han convertido en parte de nuestras vidas diarias y, específicamente, las EDTs han experimentado un desarrollo asombroso en las últimas dos décadas.

La proliferación de las EDTs se está produciendo a gran velocidad, tanto vertical como horizontalmente.

Tanto es así que dicho desarrollo y crecimiento tecnológicos exponenciales están creando un punto ciego en la percepción de los seres humanos ya que estamos acostumbrados a vivir en un mundo de progreso lineal.

Algunas de las EDTs están, en estos momentos, en fase de desarrollo y de prueba, mientras que otras muchas ya se están aplicando en la práctica.

En el caso de la Inteligencia Artificial (IA), por ejemplo, su impacto se hará sentir en todos los aspectos de la vida de los seres humanos, comprendiendo, también, la forma en:

  • cómo se organizará el gobierno de las sociedades,
  • cómo se desarrollarán las relaciones internacionales,
  • cómo se ejercerá la diplomacia y
  • cómo se planearán los asuntos militares, incluyendo la conducción de las guerras, con el incremento y la incorporación progresiva de los sistemas de armas autónomas a los arsenales de las grandes potencias.

La IA es la nueva frontera de la humanidad, aunque el gran reto que plantea es el de evitar que acabe sustituyendo a los seres humanos.

Los efectos de estas tecnologías exigen un reajuste granular para saber distinguir los elementos de cooperación y los elementos de competición que le son consustanciales a todas ellas.

Las relaciones sociales serán transformadas por las tecnologías cognitivas como la explosión del volumen de datos y de información disponibles y las capacidades para su recolección y procesamiento, los robots físicos, o la comercialización de la IA.

Las EDTs están empoderando a Estados, pero, también, a actores no estatales y a individuos.

Las herramientas para el uso de la IA se están implantando sin un entendimiento completo de todas sus implicaciones y sin que exista un marco legal y normativo que las regule.

En particular, las manipulaciones a través de la IA se están aplicando a la fabricación de vídeos falsos de visionado masivo, que, en el caso del modelo de negocio de la industria del porno en línea, representan el 96% de todos los emitidos.

La ultra falsificacióndeepfakes, en inglés- de fotografías o de programas de ordenador que operan en internet y llevan a cabo tareas repetitivas –bots, en inglés- se multiplican y tienen un alcance mayor, a una velocidad mayor, que sus equivalentes auténticos.

La verdad se transmite y se traslada con mucha más dificultad que la mentira, así que se estima que aquella necesita de seis veces más del tiempo que la falsedad para llegar al mismo número de personas.

Por su parte, los algoritmos son usados por las grandes compañías tecnológicas para manipular sus aplicaciones para gestionar las redes sociales.

Sin duda, la democratización y la socialización de las EDTs están trayendo de forma aparejada la proliferación de sus usos malignos o perversos.

Así, en el terreno de la seguridad y de la defensa, la proliferación de las EDTs por parte del sector privado y sus aplicaciones a la defensa están reforzando, como el caso de la IA, el poder y la influencia de los actores no estatales, especialmente, al crimen organizado multinacional –Transnational Organised Crime (TOC), en inglés- y los regímenes autoritarios.

La tecnología va camino de convertirse en un sustituto de las Fuerzas Armadas tradicionales en los conflictos armados del siglo XXI y cambiará el carácter de la guerra al ser ésta, cada vez más, híbrida, asimétrica y ejecutada por desarrollos e instrumentos tecnológicos sustitutivos de los seres humanos.

El desarrollo acelerado de las EDTs provocará carreras de armamentos sucesivas y sostenidas en el tiempo.

Así está sucediendo ya con los enjambres militares, con los drones armados, con los sistemas de armas autónomas, capaces de seleccionar sus objetivos independientemente, con los ciber enjambres o con los enjambres de bots.

Ante este nuevo entorno de oportunidades y de amenazas, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que ha estado en proceso continuo de adaptación desde el final de la Guerra Fría, señaló sus prioridades en este terreno.

La Agenda 2030 de la Alianza, aprobada en la Cumbre de junio de 2021, ambicionaba asegurar que la OTAN permaneciera lista, fuerte y unida para una nueva era de mayor competencia global.

Específicamente, en el ámbito de las EDTs, los miembros de la OTAN acordaron, en esa reunión de junio de 2021, lanzar un nuevo Acelerador de Innovación en Defensa para el Atlántico Norte –Defence Innovation Accelerator for the North Atlantic (DIANA), en inglés-, de cooperación civil y militar, con el objetivo de:

  • impulsar la colaboración transatlántica en tecnologías críticas,
  • promover la compatibilidad y
  • aprovechar la innovación civil mediante la colaboración con el mundo académico y el sector privado, incluidas las empresas emergentes.

La OTAN quiere que DIANA permita a sus miembros adaptarse y adoptar nuevas tecnologías más rápidamente, fortalecer su base industrial y cerrar las brechas de innovación.

De esta forma, DIANA quiere asegurar que los socios de la OTAN mantengan su liderazgo tecnológico y cierren las brechas tecnológicas todavía existentes entre ellos, a través de la innovación y de las asociaciones con la universidad, con el mundo de la investigación y con el sector privado.

En los últimos años, la OTAN ha intensificado su trabajo sobre EDTs y ha adoptado una estrategia para garantizar su ventaja en siete EDTs clave, como son IA -para la que una estrategia específica está siendo finalizada-, datos y computación, sistemas de armas autónomas, tecnologías cuánticas, biotecnología, tecnología hipersónica y espacio.

Europa, por su parte, está en desventaja competitiva frente a otras grandes potencias al no contar con campeones digitales propios, de ahí que desarrollara una estrategia propia sobre IA, en abril de 2018.

En la geoestrategia de la IA, Europa no es un competidor reseñable frente a Estados Unidos (EE. UU.) o frente a China en grandes sistemas de integración de IA, mientras que estos países operan en mercados de oligopolio.

En lo que hace al control de la información personal, la Unión Europea (UE) funciona a través de la protección de los derechos individuales mediante su directiva de protección de datos y las regulaciones correspondientes, aprobadas en el Parlamento europeo, teniendo presente sus valores fundamentales y sus principios éticos.

EE. UU., en cambio, hace frente al control de la información personal por medio de los códigos éticos de sus corporaciones y de la autorregulación.

Entretanto, el gobierno de China controla a las personas y a su información usando modelos de algoritmos y las normas y las regulaciones aplicables parten del ejecutivo.

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha adoptado 11 principios rectores sobre tecnologías emergentes en la esfera de los sistemas de armas autónomas letales –Lethal Autonomous Weapons Systems (LAWS), en inglés-, también llamados “robots asesinos”.

Todo ello, en el marco de la ONU acerca de la Convención sobre determinadas Armas Convencionales –Convention on Certain Conventional Weapons (CCW), en inglés-, que prohíbe o restringe el empleo de ciertas armas convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados.

Estos principios afirman, entre otras cosas, que el derecho internacional humanitario se aplica a estos sistemas de armas, que un ser humano siempre debe ser responsable de la decisión de utilizar estos sistemas y que los Estados deben examinar la legalidad de estas nuevas armas que están desarrollando o requiriendo en su etapa de diseño.

En definitiva, el desarrollo y la convergencia entre las EDTs van a exigir de las sociedades y de los individuos que construyan capacidades sólidas en torno a la previsión estratégicaStrategic Foresight, en inglés-, a la adaptación a situaciones y a entornos complejos y difíciles y a la erudición y el conocimiento de un número lo más amplio posible de materias y de saberes.

 

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