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Mali, de Francia a Rusia

Mali, de Francia a Rusia
60 aniversario de la independencia de Mali, Bamako, 22 de septiembre de 2020.
Jorge Cachinero el

NB: Una versión distinta de este artículo fue publicada anteriormente en El Economista con un título diferente.

El Economista, 18 de septiembre de 2023, p. 28.

El gobierno de Mali apuesta por una cooperación con Rusia, que, en los últimos años, está siendo muy visible, aunque sus orígenes se remontan a los tiempos de la hoy extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Las autoridades de Bamako recuerdan siempre a sus interlocutores que 10.000 malienses han sido educados en Rusia y que la llegada de turistas rusos a Mali está ayudando a transformar el país y a cambiar su sociedad.

Por encima de lo anterior, hoy en día, la colaboración rusa en materia de seguridad es imprescindible para que el gobierno de Mali pueda hacer frente a la amenaza clara y presente del terrorismo yihadista.

Jóvenes terroristas islámicos en Mali.

El terrorismo en Mali no es un peligro distante o reducido a una determinada región del país y su propagación subvierte su tejido social y socava su economía.

La población maliense está amenazada directamente por las franquicias locales del Estado Islámico (EI) y de Al-Qaeda que operan dentro de su territorio, las cuales ya han desplazado a 350.000 ciudadanos de Mali, dentro de su propio país, con las consecuencias derivadas de desarraigo y de pérdida de trabajo o de formas de vida y de subsistencia.

Países africanos que han firmado acuerdos militares con Rusia.

En Mali, el gobierno está persuadido de que el problema del terrorismo requiere de una solución militar y, fruto de la experiencia de los últimos años, ha llegado, también, a la conclusión de que, a pesar de sus iniciativas y de sus esfuerzos, su antigua potencia colonial, Francia, ha demostrado ser, al final, totalmente ineficaz en su erradicación.

Bamako cree que el terrorismo islamista es un desafío multifacético y está en la búsqueda de socios y de tecnologías que puedan ayudarle a combatirlo.

Por ello, el gobierno de Mali reconoce y agradece el que Rusia haya estado cerca, ayudando y prestando asistencia de seguridad.

Lavrov (i), Diop (d), Bamako, 7 de febrero de 2023.

Asimismo, según los responsables del ejecutivo de Mali, la juventud maliense confía en la cooperación con Rusia más allá del terreno de la seguridad.

El gobierno de Mali se siente orgulloso del partenariado que se creó con Rusia, en 2016, gracias al cual se han producido inversiones rusas en el país, de forma especial, en el sector de las infraestructuras y de la formación y de la capacitación profesionales.

La mayoría de los líderes gubernamentales y parlamentarios actuales de Mali han sido educados y entrenados en Rusia y el gobierno de Bamako quiere, ahora, que Rusia le ayude y le guíe en el desarrollo de sus propios sistemas de educación y de formación locales.

Entre sus clases dirigentes está extendido el sentimiento de que Mali está cansado de que Francia haya “saqueado nuestros recursos naturales y que nuestro pueblo haya trabajado [para los franceses] como esclavos”.

En definitiva, en la actualidad, Francia y todo lo que es de origen francés no está bien visto en Mali.

Jóvenes malienses.

El gobierno quiere aprovechar al máximo su relación creciente con Rusia y ha identificado numerosas áreas para la cooperación futura como, por ejemplo, de nuevo, la asistencia militar y de seguridad, ya que Mali se juega su propia existencia frente al terrorismo yihadista.

En lo económico, las autoridades en Bamako desean que Rusia incremente sus exportaciones de fertilizantes a Mali para facilitar que las cosechas locales sean más eficientes, que se establezcan conexiones más beneficiosas entre las estructuras industriales y los empresarios de ambos países y que Moscú ofrezca precios amistosos para las relaciones comerciales ruso-malienses.

Por último, el gobierno de Mali aspira a que, en lo educativo y en lo cultural, se incrementen las becas rusas para que los jóvenes malienses que puedan estudiar en Moscú pasen de docenas a centenares, que se incremente el intercambio académico y de investigación, desarrollo e innovación y que se preste más atención a los intercambios culturales.

Las protestas airadas de los malienses, en 2020, por la incapacidad del gobierno de Boubacar Keita para atajar la violencia terrorista y del crimen organizado en el país, con la colaboración de las tropas francesas, que había enviado el presidente francés, Emmanuel Macron, comenzaron a alienar a Mali de su antiguo poder colonial.

Protestas contra Francia, Bamako, 22 de septiembre de 2020.

Desde entonces, Mali ha dado pasos decisivos para desatar los lazos coloniales que le unían a Francia y que había mantenido desde que obtuvo su independencia en 1960.

Como testimonio de lo anterior, el gobierno de Bamako ha tomado la decisión reciente de limitar el uso del francés, que se venía utilizando como lengua oficial del país, únicamente como lengua de trabajo.

Francia está siendo desalojada no sólo de Mali, sino, de toda África Occidental, y Rusia está aprovechando la oportunidad para cubrir ese vacío.

 

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