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Blogs Madre no hay más que una por Gema Lendoiro

Tener hijos: ¿elección, privilegio, derecho o condena?

Gema Lendoiro el

Maribel Verdú es una actriz española que muy a menudo habla del hastío que siente porque la gente le pregunte si quiere o no quiere tener hijos. Estos días lo ha vuelto a decir y añade: “A Tosar (Luis Tosar, actor) nunca le preguntan esto, por ejemplo” Bueno, ya no se lo podrán preguntar en cualquier caso ya que el actor será padre en breve según él mismo ha contado. Y sí, entiendo su enfado cuando dice que eso no se lo preguntan a un hombre y también puede llegar a entender su enfado cuando le hacen la pregunta porque, efectivamente, tener hijos no es obligatorio. No, al menos, desde el punto de vista social. Otra cosa es lo que la naturaleza dispone. Yo la entiendo pero también entiendo por qué, de manera subconsciente nos hacemos esa pregunta muchos humanos ante mujeres que deciden no tener hijos. Y no nos la hacemos tan a menudo con los hombres.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Me dispongo a escribir este post y antes hablo con la doctora Berrozpe, bióloga y con una visión muy clara de la naturaleza de los mamíferos. Me comenta que, efectivamente, estamos diseñados, todos los seres vivos sin excepción, para aparearnos pero no todos lo hacen y la explicación desde luego no es porque no quieran o porque quieran realizarse. Nada que ver. Tiene que ver con la existencia o no de las condiciones existentes de manutención de la manada. Por ejemplo en el mundo animal tenemos el caso de los leones y de los lobos que sólo se aparean generalmente los machos y las hembras alfa, es decir, las que tienen más poder para garantizar…la supervivencia de la especie.  Es verdad que todos nacen con capacidad para reproducirse, esto es, son todos fértiles, pero lo cierto es que sólo los más fuertes se reproducen y el resto está presente para garantizar la vida de esos cachorros, son los tíos y las tías amorosos de cuidan de la manada. ¿Curioso y tierno a la vez, verdad? Les pongo a continuación un fragmento sobre la reproducción de dicha especie.

“La mayoría de los lobos estarán listos para reproducirse a los 2 años de edad, aunque esto no quiere decir que lo van a hacer pueden pasar diez años antes de que realmente puedan aparearse. Cuando se trata del apareamiento, sólo el macho líder y la hembra líder lo harán. Es por esto que a menudo es difícil obtener un número exacto de lobos. Una manada puede tener un máximo de veinte miembros, y sólo dos de ellos pueden realizar el proceso de reproducción”

Es más, hay estudios que demuestran que sólo cuando la comida y las condiciones de vida están garantizadas, los lobos alfa (macho y hembra) se reproducen. Teniendo en cuenta que los lobos carecen de anticonceptivos y sólo se aparean cuando son fértiles, si hay hambruna, no se aparean. Así de simple. Curioso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y no sólo los lobos. Todavía hay más. Hay otros mamíferos, los leones, que hacen los mismo: los leones. La reproducción de los leones se hace también cuando hay abundancia o se espera garantía de cuidarlos por toda la manada. De hecho muchas hembras de león se encargan de cachorros que no son lo suyos ya que si el macho padre de las criaturas muere, el nuevo macho, matará a los cachorros que no sean suyos para evitar que cuando crezcan, les usurpen el puesto. ¿Curioso y cruel a la vez, verdad?  Así es la naturaleza, su único objetivo es el instinto de supervivencia de la especie y para ello, si es necesario, se mata a los pares.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Luego te vas a otras especies mamíferas como los primates y sucede prácticamente igual. El macho alfa es el único que se aparea y con todas las hembras disponibles. No viven mal, no. Y se hace cuando hay garantía, de nuevo, de comida, esto es, de supervivencia. Especial interés me ha suscitado cómo es la reproducción en los gorilas, quizás la más parecida a la de los humanos.

En realidad si te pones a leer de la reproducción  llegas a la siguiente conclusión (al menos yo): Es bastante normal que la capacidad reproductora dependa de la disponibilidad de alimento y territorio, cuanto más restringido sea este, menos ejemplares tienen el derecho a reproducirse y sólo lo hacen aquellos que sean los más dominantes. Desde el punto de vista de la reproducción sólo los que son privilegiados lo hacen. Sin embargo, los humanos (que también somos mamíferos) hemos convertido la reproducción en una condena. Al menos en las sociedades modernas y más “avanzadas” ¿Por qué? Ustedes lo saben. Me temo que sí. 

Es una obviedad que para quedarse en estado debes ser fértil y no estar enferma. Ni siquiera la ingeniería genética ha resuelto que puedas ser madre biológica si has dejado de ser fértil. De hecho, puedes implantarte unos óvulos con 58 años pero esos óvulos fueron fértiles en su día. Lo que la ciencia hace por ti es retrasar la implantación pero la fertilidad, de momento, no se fabrica.

Obviamente, si damos el salto a los humanos sobre estas premisas, pues no coincidimos con nuestros hermanos mamíferos ya que las mujeres que deciden no tener hijos no lo suelen hacer porque sean las más débiles o porque no haya suficiente alimento. Lo hacen por decisión propia, porque no quieren, porque no les da la gana o por lo que sea. Pero nunca por pobreza económica. Es más, justamente son las mujeres más pobres y sin recursos las que suelen tener más hijos. África es un continente superpoblado y pobre. Y las mujeres suelen tener más de cuatro o cinco hijos. También es verdad que muchos de esos hijos no llegarán a la edad adulta. Desde luego no todas las sociedades que carecen de anticonceptivos han tenido siempre muchos hijos. Está el ejemplo de los dani, en Nueva Guinea o los etoro, que se aparean sólo unos días determinados al año y tienen uno o dos hijos en toda su vida. Algo que en lo gorilas también sucede y que busca la capacidad para atender de manera exclusiva al cachorro. Les recomiendo que lean este post de una antropóloga en la luna.

Sea como sea y todas las especies tienen sus características adaptadas a su entorno, los seres vivos buscan sin excepción la supervivencia de su especie y ésta pasa por la reproducción aunque a veces no de todos. Sólo de los más aptos. Lo que sí que es verdad es que si todas las hembras humanas pensásemos como Maribel Verdú, acabaríamos como especie. Como también es verdad que, para evitar la superpoblación, es bueno que existan mujeres que, voluntariamente, decidan no procrear. La suerte que tenemos hoy día y de la que carecen las monitas, las gorilas, las leonas o las lobas es que podemos evitar la procreación aunque tengamos sexo.
De todas maneras, para terminar, me gustaría hacer una reflexión. Si las hembras de las especies mamíferas somos las que podemos traer la vida con lo que ello implica (con el aporte de la semilla masculina, claro), si las hembras somos las que realizamos esa tarea tan importante, ¿por qué la mayoría de las civilizaciones han visto esto como una handicap para progresar, avanzar? ¿por qué si somos las encargadas de hacer lo más difícil somos consideradas el sexo débil hasta tal punto de que muchas mujeres renuncian a la maternidad porque lo consideran algo que debilita a su esencia? Quizás contentando a estas preguntas entendamos el porqué se cuestiona a la mujer, como Maribel Verdú dice, y no al hombre.
Curioso. ¿No creen?
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