ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs French 75 por Salvador Sostres

Universal

Salvador Sostres el

A mi mujer se le fundió el fin de semana el conector que tenemos en el mechero del coche para cargar el iPhone y le fui ayer a comprar uno nuevo. Hacer recados para ella alegra mis mañanas y recuerdo lo que la quiero mientras los hago.

Entré en una conocida tienda susceptible de vender esta clase de artilugios y le expliqué lo que quería a la dependienta.

“Para iPhone no tenemos”, me respondió con ese tonito de las dependientas que no tienen lo que buscas. “Tenemos el conector universal, que funciona con todos los teléfonos menos con el iPhone”.

Mire, señorita, usted no tiene por qué venir a darme la mañana recordándome que hay otros teléfonos que no son el iPhone.

Pero sobre todo, de ninguna manera se le puede llamar universal ni a algo ni a alguien si no funciona con el iPhone. Lo universal es Apple. Lo universal es el buen gusto. La belleza es universal, y no sus burdas copias. Cualquier Samsung parece un Samsung robado, y por el tipo de gente que lo porta.

Lo universal es el iPhone y lo demás es bisutería de extrarradio, derrota, humanidad desmoralizada, y desmoralizante, que teniendo el prodigio al alcance se arrodilla ante la tentación de lo fácil.

Apple ha hecho de nuestras vidas algo mucho más emocionante. La sensual relación que cada uno tenemos con nuestro iPhone es una de las mejores historias de amor de nuestro tiempo, así como lo que hemos llegado a cambiar de procederes y de hábitos desde que el teléfono dejó de ser sólo un teléfono, y pasó a serlo casi todo. ¿Gracias a quién? Gracias a Apple.

No uses el concepto “universal” en vano. No seas vulgar renunciando a Apple. Si tienes tu iPhone, el cargador y a tu hija, eres un hombre suficiente, independiente y capaz de afrontar cualquier desafío, sobre todo si las FDI te ayudan.

Los subproductos nunca serán universales. El aprovechamiento del talento ajeno, reduciéndolo a sórdida parodia, nunca será bienvenido y hay que buscar acusatorios adjetivos que lo denuncien, y no este “universal” perezoso y blanqueador, que iguala el pastiche con la maravilla.

Si usted quiere vender chismes para desesperados, ése es su problema, pero no cuente conmigo como cliente. Porque yo todavía tengo esperanza, todavía creo que la vida es una Gracia, y cada vez que toco mi iPhone pienso que si ha sido capaz de mandárnoslo, eso significa que Dios, a pesar de todo lo que le hemos hecho, todavía nos quiere bastante.

Otros temas
Salvador Sostres el

Entradas más recientes