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Blogs French 75 por Salvador Sostres

El Hombre es mi tema

Salvador Sostres el

GARFIO.- “Allá, sólo una inexplicable caridad les hace acogernos en sus mentes”.

Leopoldo María Panero

Cuando todo esto empezó mi cerebro se administró para poder pasar los días. Poder pasar los días es muy importante cuando tienes que pasarlos, y mi único modo de poder continuar es convertir las imposiciones, si no puedo sortearlas, en una obra de mi voluntad, en algo que de alguna manera yo he decidido y entiendo mejor que los demás y tengo controlado. Mi cerebro me preparó para sobrevivir y le dio las instrucciones a mi cuerpo. Eso me permitió escribir algunos buenos artículos introspectivos, sobre series, sobre películas y hasta he leído un trozo de libro, pero me protegí de este encierro aceptándolo y este encierro es inaceptable. Arcadi Espada se divierte recordándomelo. Él ha tenido una de las pocas reacciones honorables que he podido leer. El capitán de los patos.

Mi cerebro ha dejado de hacer acopio y estando ya cerca el día de los restaurantes no tiene que acudir a mi rescate desesperado. Este encierro ha sido socialista, intolerable. Nosotros somos intolerables. Que tenga que venir el Estado a encerrarnos y que lo hayamos aceptado, y que hayamos asumido que somos incapaces de trabajar y de protegernos al mismo tiempo es una humillación para cualquier hombre libre. Que nos hayan acabado diciendo a qué hora tenemos que salir a pasear es un inconmensurable insulto. Los runners es coger a un hombre y pisotearlo como si la vida no fuera sagrada. Somos la vergüenza de los hombres libres que en su empeño y en su desafío y en su muerte -porque sabían que podían morir, que debían morir y que en ello y sólo en ello consiste la vida- nos empujaron hasta aquí. Arcadi dice: “no somos, eres”, y entiendo que el plural le ofenda, pero por los demás, por la inmensa mayoría de los demás, efectivamente “somos” legión, como el Diablo.

Ni sé ni lo pretendo de medicina o de salud o de ciencia. No me interesa. Me parece muy bien y espero mucho de los que se dedican a ello pero no es mi tema. Mi tema es el Hombre y este secuestro es su negación, la peor respuesta que en siglos hemos dado. Hitler fue mucho más mortífero que el Covid y salimos a frentearlo. Los comunistas fueron mucho más sanguinarios incluso que Hitler y ya no digamos que esta gripe y nos alzamos para derrotarlos. Mi tema es el Hombre y pocas veces como esta vez nos habíamos escondido como niñas asustadas, pocas veces como esta vez habíamos aceptado nuestra mediocridad y habíamos entregado el equipo sin luchar. Pocas veces un Pablo Iglesias había podido estar tan contento y sentir tan posible su plan. Hemos sido patéticos, hemos sido un desastre. Los aplausos de cada día a las 8 son la banalización de todo lo importante, una explosión de vanidad sobre la nada, exhibicionismo fatuo. Otra vez los españoles sintiéndonos orgullosos de lo que no toca. La España negra sembró por lo menos una leyenda. Nosotros no habremos dejado ni un buen cuento de miedo. Este innoble, indigno miedo a la muerte que no sólo no nos ha ahorrado el recuento de cadáveres sino que va a provocarnos mucha más miseria y muerte de la que supuestamente ha evitado.

Garfio le dice a Peter: sabes, ninguno de los dos existimos.

Hemos dejado que nos arrasaran y no lo hemos notado. Ni siquiera ahora, desde una cierta distancia, somos capaces de entenderlo, de darnos cuenta, ni siquiera una intuición. Somos el bailoteo en el balcón de una secretaria a las 8. Somos los que nos dejan volver a pasear antes de volver a trabajar y decimos que es un alivio. Pablo Casado se acerca y se va, incapaz de unir a la derecha, y una Arrimadas con diez diputados le ha dejado en el centro de la pista, con el látigo y sin los elefantes. No es su culpa, no puede hacer nada. Dicen dicen, dicen. No sé de quién es culpa. Pero si alguien me preguntara qué es España no tendría más remedio que contestarle que España es, -somos- que si hoy hubiera elecciones, Sánchez las volvería a ganar.

Y llorar. Para qué, pero llorar.

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