Ignacio Gil el 26 ene, 2016 El 27 de octubre de 1998 marca un final y un principio en la vida de Nicole, nacida hace algo más de tres décadas en la República Democrática del Congo. De familia acomodada y numerosa, tenía una vida feliz y segura en Kinshasha. Cursaba estudios de Gestión Financiera. De la noche a la mañana estalló la guerra, el cambio de presidente desató una etapa de violencia e inestabilidad que lamentablemente aun perdura. Cuando Nicole recuerda las violaciones de mujeres y niños y las matanzas, aun se le llenan los ojos de lágrimas, hay heridas que difícilmente se cierran. Ella sufrió varias detenciones ilegales, sin motivo alguno. Sus padres deciden que debe salir apresuradamente de su país, sola, sin casi recursos, siendo Bruselas su primer destino. Ahí, cogería un autobús a Madrid, donde no conocía a nadie. Recuerda sentir miedo, desconfianza y desolación. Y solo podía llorar. Nicole tuvo suerte, dentro de la dificultad, a los pocos días de llegar a Madrid le asistieron voluntarios de la ONG Karibu. Reconoce que fue “el principio de su camino a la salvación”. Los primeros años en España fueron duros, pero luchó, siguió estudiando, aprendió español y le asesoraron en la tramitación de su estatus de refugiada. Nicole echa la mirada atrás, siempre con cierto dolor pero sin rencor y concluye que realmente ha valido la pena salir y pedir el asilo, comenzar una nueva vida “con paz y sin miedo”. Desde hace años trabaja en Karibu como Coordinadora del Centro de Promoción de la Mujer con mujeres que siguen llegando a nuestro país, asustadas, heridas y sin esperanza. Nicole reivindica que los refugiados “no venimos solamente a recibir, sino que también venimos a dar, venimos aportar lo mejor de nosotros mismos y de nuestras culturas”. Y lo que pasa en África, ¿Europa no lo ve? ¿Por que esa enorme crueldad en las guerras de África? Nicole responde con firmeza, “porque todo queda impune”. Lucha por la visibilidad de los invisibles, de tantas personas que sufren violencia y terror, para que se escuchen sus voces. Rocío Gayarre Refugiados Tags RefugiadosRepública Democrática del Congo Comentarios Ignacio Gil el 26 ene, 2016