La gente cree que la infografía y el periodismo de datos son algo nuevo, pero en realidad no lo son. Se llevan publicando datos dirigidos al público en general desde mucho antes de que los periódicos se parecieran remotamente a lo que hoy conocemos. Los medios de comunicación tanto impresos como digitales, ofrecen una información visual con carácter de servicio a los ciudadanos, con el propósito de informar, aclarar y mostrar. Con el «nuevo» periodismo de datos como herramienta digital, permite trabajar con grandes cantidades de datos, rastrear tendencias e impactos y presentar el resultado de dichos análisis mediante visualizaciones interactivas, sencillas y muy atractivas.
El periodismo visual atraviesa una edad de oro -gracias a la digitalización-, ofreciendo nuevas narrativas interactivas con la expansión del periodismo de datos, los rediseños flexibles, graduales y constantes en los cibermedios y la automatización de tareas que han favorecido su desarrollo. Pero más allá de una tendencia transformada en esta nueva especialización periodística, la visualización aspira a adquirir el rango de lenguaje universal, facilitando un consumo informativo con el que poder ir cumpliendo la función formativa básica para una sociedad democrática. La cultura de los datos abiertos, la apuesta por la transparencia y la creación de equipos multidisciplinares en los que periodistas, programadores, diseñadores web, desarrolladores de bases de datos y expertos en estadística colaboran para transformar contenidos complejos en soluciones informativas atractivas y ágiles de consumir han enriquecido la producción informativa. En este sentido, muchos medios confían en que el big data guíe un camino que se ha convertido algo tortuoso para poder llegar al retorno de unos beneficios que se han ido perdiendo, así como lectores.
Hoy en día, los medios de comunicación que cuentan con departamentos de infografía, los han integrado en las redacciones y la elaboración de una pieza infográfica es un proceso en el que colaboran diversos profesionales y que precisa de ciertos medios técnicos. Pero la esencia, en definitiva, es la misma, dotar a esa pieza infográfica de una capacidad informativa precisa, combinada con una fácil decodificación de contenido y de consulta rápida, individualizada y amena, para que así favorezca la cualidad de captar la atención del lector o de los usuarios online, favoreciendo la comprensión del relato narrativo que la acompaña.
En España -por suerte- tenemos a la Universidad de Navarra, que se ocupa de poner en su lugar el trabajo realizado en el periodismo visual. Con lo Premios ÑH (inscripción al certamen abierta del 1 al 14 de septiembre) y sobre todo, con los Premios Internacionales Malofiej de infografía, organizados por la Society for News Design (SND), que desde 1992 se vienen celebrando en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, se puede hacer un análisis casi global de cómo ha evolucionado, y lo está haciendo, la presentación al lector de las piezas visuales. En estos últimos meses han editado (en papel) los premiados correspondientes a los Malofiej 25 (2016). Con una gran edición de las piezas infográficas, el libro se complementa con la entrevista a Scott Klein (Assistant Managing Editor) de ProPublica, agencia de noticias independiente y sin ánimo de lucro radicada en Manhattan, y que ha sido galardonada con varios premios Pulitzer; los gráficos de Pamplona Infográfica, una muestra promovida por Errea Comunicación en conjunto con el Ayuntamiento de Pamplona que se expuso en el Palacio de Condestable, en Navarra, durante el pasado mes de marzo. En la exposición se podían apreciar los distintos paneles que la componían, buscando representar las distintas facetas de Pamplona a través del recurso de la infografía; un artículo muy interesante sobre cartogramas escrito por Ken Field; cómo se afronta un mismo tema (en este caso la restauración de la tumba de Jesús) según diferentes medios impresos; y cierra con el artículo La información, interactividad y grafismo escrito por Joaquín López del Amo y Manuel Montes Vozmediano, en donde hacen un estudio y análisis pormenorizado de los procesos para evaluar y realizar una infografía interactiva.
En definitiva, y en palabras de Javier Errea (presidente del Capítulo Español de la SNDE y coordinador de los Premios Malofiej) «infografía es una palabra relativamente reciente (…) existe desde el principio de los tiempo porque el ser humano siempre ha empleado la representación gráfica para comunicarse». De ahí la importancia que tiene en nuestras vidas el poder tener acceso a este tipo de información visual de una manera pragmática, siendo la palabra entender como el único objetivo y límite que debe ponerse una infografía, «cuya vocación es poner las cosas fáciles, no difíciles», afirma Errea.
El jurado internacional concedió 155 medallas, 10 de ellas de oro, 47 de plata y 98 de bronce. Se presentaron a concursos 1.334 trabajos de 134 medios de 31 países. El gráfico «The Journey of Foreign Fighters» publicado por La Lettura de Corriere della Sera ganó el premio al mejor de la categoría de impresión y The New York Times recibió el mismo premio en la categoría online con el trabajo «Olympic Races Social Series». Además el jurado otorgó cuatro premios especiales: Premio Miguel Urabayen al mejos mapa, mejor gráfico sobre Cambio Climático y Compromiso Medioambiental, Mejor Gráfico sobre Derechos Humanos y Mejor gráfico sobre igualdad y Promoción de la Mujer.
Por tanto, poder tener acceso a esta información visual mediante publicaciones a modo de antología, como esta recopilación de infografías, además de complementar con aquellas que se encuentran en nuestro día a día mediante nuestras lecturas, constituye el motor principal para la innovación permanente en todas las redacciones del mundo para poder así realizar mejores informaciones, en donde el rigor y la buena praxis predominen en todas la publicaciones, tanto impresas como online.
MALOFIEJ 25 // EUNSA // 2018 // 40 euros
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