La descripción de cualquier arquitectura vagamente futurista, evocadora de la ciencia ficción que aparece en historias contadas a través de la literatura, los cómics y el cine, ha llegado a usarse y presentarse en exceso, creando así unos estereotipos marcados, y a veces, poco creíbles, pero en muchas ocasiones han funcionado muy bien.
La arquitecta iraquí-británica Zaha Hadid (1950-2016) murió hace unos años de forma repentina por un paro cardiaco, mientras era tratada de una simple bronquitis en un hospital, fue el modelo de este enfoque de la construcción futurista, una visionaria de la plasmación real de un campo potencial de acción, que transporta a otro mundo o época de ensueño.
Dejó una marca imborrable en el paisaje arquitectónico mundial. Sus estructuras llamativas adornan los horizontes de las principales ciudades del mundo, mientras que los diseños de sus productos, que incluyen muebles, joyas, iluminación y zapatos, se pueden encontrar en multitud de hogares. Una diseñadora y arquitecta que empujaba hacia los límites más insospechados, y fue, posiblemente, la arquitecta más famosa de su tiempo. Recibió numerosos premios prestigiosos a lo largo de su carrera, incluido el Pritzker de Arquitectura en 2004, el Premio Stirling 2010 y 2011, o la prestigiosa RIBA Royal Gold Medal en 2015.
Sus edificios son siluetas abruptas marcadas por los ángulos agudos que han definido un estilo a lo largo de más de tres décadas, acentuando los horizontes contemporáneos y paisajes urbanos, con formas que parecen importadas de un futuro muy lejano y que todavía no conocemos, y menos aún, estamos acostumbrados a convivir con el. Ejemplos como la curva fluida de su Centro Heydar Aliyev (2013), en Bakú, se asemeja a una envoltura de papel cuadriculado atrapado por el viento, o el techo con alas de hormigón perforado del London Aquatics Center (2011), diseñado para los Juegos Olímpicos de Verano en 2012, que permite que la luz natural manche la piscina en su interior; el interior de yeso dorado de su Guangzhou Opera House (2010) en China, brilla con miles de pequeñas luces, evocando el cielo nocturno, o el primer edificio residencial en la ciudad de Nueva York, todo un poderío de dinámismo en su estructura, que se funde con el urbanismo de la ciudad.
Trabajó -y lo sigue haciendo su Estudio- con clientes de gran reputación mundial desarrollando proyectos de transformación a través de seis continentes. Con base en Londres desde hace 40 años, el ZHA ha redefinido la arquitectura, para llegar a un siglo XXI con ese gran repertorio de proyectos que han capturado las imaginaciones a lo largo y ancho del mundo.
La forma y el espacio son dos factores fundamentales de su obra. Se tejen dentro de la estructura de sus edificios, que evolucionan junto a sus alrededores de forma tentadora y contextual. Cada proyecto combina un inquebrantable optimismo para el futuro con conceptos de conectividad e integración, recibiendo los más altos honores de la sociedad civil, profesional e instituciones académicas en todo el mundo. Según algunos arquitectos y críticos, el marketing que dicen que rodeó su trabajo inclinaron la balanza hacia la figura de la arquitecta. Pero siempre hubo una lucha en su trabajo entre la creación de dichas formas espectaculares que por el mero hecho egocéntrico de hacerlo, y su afirmación de que servían para crear espacios públicos y urbanos en los que serían posibles nuevas relaciones dinámicas y liberadoras, como por ejemplo el estadio de Qatar que se parece mucho a la forma pura y formidable de la explosión arquitectónica.
Además, Hadid defendió el papel de la mujer en la arquitectura. «Actualmente podemos ver mujeres que se han establecido como arquitectas, pero eso no quiere decir que sea fácil. En ocasiones es un reto inmenso. Ha habido un tremendo cambio en los últimos años y vamos a continuar progresando» (La Vanguardia).
La monografía editada por Taschen y escrita por el que fuera editor jefe de la revista Connaissance des Arts Philip Jodidio -el cual ya ha realizado múltiples monografías de los arquitectos más importantes-, es un trabajo esencial y de calidad, de un libro realizado desde el rigor y la documentación, que lo convierte en objeto esencial para arquitectos y para todo amante de la buena arquitectura. Además, con el valor añadido de ser accesible por su precio, en una edición actualizada que reúne las obras completas de Hadid. Este volumen contiene numerosas fotografías, textos en profundidad e ilustraciones de la propia artista, y expone la progresión de su carrera, desde sus construcciones más vanguardistas hasta los muebles y diseños de interiores que dieron forma a un universo único y plenamente integrado en el siglo XXI.
Koolhaas describió el trabajo de Zaha cuando ésta vivía como: «la de un cohete que despegó lentamente para describir una trayectoria en constante aceleración. Ahora ella es un PLANETA en su propia órbita inimitable».
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