¿Sabías que lo que comemos está relacionado con nuestro olor corporal? Si, más allá de la higiene personal que nos ayudan a combatir los gérmenes y bacterias que pueden producir alteraciones en el olor, los alimentos contienen componentes que pueden alterar el olor que desprendemos. Así pues, puedes tener una buena higiene pero el consumo excesivo de ciertos alimentos te puede jugar una mala pasada.
Otros factores de los que también depende el olor corporal son la genética, la salud y la edad, pero hoy nos centraremos en cuales son aquellos alimentos que pueden alterar el olor que desprendemos.
El ajo
Quizás estés pensando que consumir ajo produce mal olor corporal y en parte esto es debido a la mala fama que tiene el ajo por el mal aliento que provoca. Pero en lo que al olor corporal se refiere pero no es así, de hecho el consumo de ajo se asocia a un mejor olor corporal.
El ajo posee propiedades antibacterianas naturales y antioxidantes (alicina), que a largo plazo tienen un efecto positivo en la helenicidad del olor corporal debido a los efectos sobre la salud de quien los consume.
La carne
A través de un estudio se determinó que el olor de aquellas personas que consumen carne roja es menos atractivo y más intenso en comparación a aquellas personas que siguen una dieta sin carne.
En el caso de personas que siguen dietas muy altas en proteínas y bajas en carbohidratos, lo habitual es que se entre en un estado de cetosis que se caracteriza por un aliento y olor corporal característicos por la presencia de cuerpos cetónicos.
El azúcar
El azúcar está asociado a múltiples efectos negativos sobre nuestra salud, de eso ya no existe duda, pero también es interesante conocer que el azúcar puede alterar nuestra microbiota, fomentar la aparición de hongos y de levaduras (candidiasis) que producen mal olor corporal y halitosis.
Las verduras y frutas
Su consumo es beneficioso para nuestra salud y también se relaciona con un mejor olor corporal. Según un estudio, las personas que consumen mayor cantidad de frutas y verduras tienen un sudor más agradable (afrutado y dulce).
Muchas de ellas además contienen clorofila que actúa neutralizando olores, por no decir la gran cantidad de antioxidantes que tienen que hacen que mejore nuestro olor corporal.
El alcohol
Si alguna vez te has pasado la noche anterior con el alcohol podrás saber que al día siguiente tu olor corporal ha cambiado y es menos agradable. Esto es debido a que los subproductos del alcohol se eliminan a través del aire expirado, el sudor y la orina.
Además la sudoración puede verse incrementada puesto que el alcohol es identificado en nuestro cuerpo como una toxina. Nuestra temperatura corporal se ve aumentada debido al aumento del torrente sanguíneo y el azúcar en sangre y esto provoca un aumento en la sudoración para regular la temperatura.
El pescado
Existe una enfermedad de carácter genético llamada trimetilaminuria (o síndrome del olor a pescado) que hace que nuestro organismo sea incapaz de descomponer compuestos con nitrógeno, como la trimetilamina.
En estos casos se acumula trimetilamina en el organismo y se libera en forma de sudor, orina y a través de la respiración con un olor similar al pescado.
Esta enfermedad no tiene cura y para reducir su impacto lo mejor es moderar el consumo de alimentos ricos en trimetilamina y sus precursores como la colina y la carnitina, que podemos encontrar en alimentos como el pescado, los huevos, los cacahuetes, los productos derivados de la soja o en la familia de las coles.
Además debemos recordar que una buena hidratación, reducir el estrés y la ansiedad y en rasgos generales mejorar nuestra alimentación y la higiene son fundamentales para oler como una rosa.
Elisa Escorihuela Navarro
Nutricionista y Farmacéutica
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