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Quinqué: una casa de comidas con notable producto

Inspirados en sus "inicios asturianos", Carlos Griffo y Miguel García apuestan por la tradición y la materia prima

Quinqué: una casa de comidas con notable producto
Foto: Belén Díaz Alonso
Diego Moreno Bermejo el

Carlos Griffo y Miguel García tenían el sueño de crear su propia cocina y así lo hicieron. Con un pasado ligado a los nombres -nada anónimos- de Casa Marcial, La Bien Aparecida, David Muñoz, Quique Dacosta o Dani García, abrió sus puertas hace unos meses Quinqué, una casa de comidas en el madrileño barrio de Chamartín.

El local es sencillo, relativamente pequeño, confortable y con mesas de madera. Y su carta, de recetas clásicas de la cocina española. O asturiana, si hay que precisar en algunos de sus platos más conocidos. Un cuidado interés por la materia prima, un precio razonable y unos sabores de temporada bien preparados resumen su trabajo. Y sí, varios platos destacados por los que volveríamos. Vamos al lío.

En primer lugar probamos una ensalada de tomates y bacalao. Hoy es de tomate azul y de tomate “feo” de Tudela. Equilibrada, suave y con un sabor a ajo que se nota pero que no predomina.

Seguimos con un plato de escabeche casero. Son unos mejillones deliciosos y bastante diferentes a cualquiera de los que había probado hasta ahora. El escabeche es muy sabroso, no demasiado avinagrado pero consistente.

Muy finas eran las anchoas de Santoña que probamos. Poco que añadir para definirlas. De sabor potente, como siempre, y textura “aterciopelada”. Muy buenas.

Excelente la coppa de vaca rubia gallega. Intensa, dejando un grato sabor en la boca. En Italia es un embutido que se prepara con cerdo pero en la versión que ofrece Quinqué el sabor podría asemejarse más al de la cecina aunque más suave tanto en potencia como en textura. También muy sorprendente, y muy buena, la sobrasada de vaca.

 

Y ahora llegamos al plato que me cautivó. Esta sencilla tortilla de merluza es memorable y creo que debería ser uno de los platos por los que visitar Quinqué. Poco cuajada pero estable, muy bien cargada de merluza y la cantidad adecuada de huevos. No sé cómo definirla mejor. Sencillamente brutal.

Las gambas de cristal con huevos fritos tampoco se pueden dejar pasar. Similar presentación que la que tienen habitualmente los chanquetes con huevo pero con más sabor, claro. Un rebozado poco (o nada) aceitoso con la yema y la clara de dos huevos bien fritos. Poco misterio, buena elaboración y ganas de comerlas “a puñados”.

Y llega un clásico con ecos de Casa Marcial y la herencia asturiana de Carlos y Miguel. Las croquetas de jamón son bien cremosas. Y también me las llevaría a puñados, aunque que me temo que es una operación algo más compleja que si lo hiciera con las gambas. ¡Qué cosa más buena!

Como plato principal tomamos unas excelentes verdinas con berberechos. Otra de las recetas que creo que tienen que ser marca de la casa. Una buena cocción, nada pasada, y un buen caldo aseguran un apetitoso final. Imagínense si entre ese caldo y esas legumbres encontramos unos hermosos berberechos naturales cocinados en su punto. Qué quieren que les diga, yo no pediría mucho más. Salvo repetir.

Y ya por último llegamos a los postres. Fue difícil intentar llegar a un consenso para elegir uno de ellos así que creo que la decisión más razonable es probar los dos. En primer lugar, el rey de la casa. Un arroz con leche con una capa de azúcar tostado. Espeso, tradicional. Apasionante.

Y por otro lado una tarta de queso absolutamente deliciosa. De las de horno, cremosa y sabrosísima. Algo más espesa en sus zonas exteriores y con una capa central que iluminaba los ojos. Imperdible.

En resumen, una buena casa de comidas siempre es un buen refugio si lo que se busca es comer un producto bien elegido, del día y cuidado con mimo. Y no se olviden de probar esa tortilla, créanme.

  • Dirección: Apolonio Morales,3. Madrid.
  • Teléfono: 91 073 28 92.
  • Precio medio: 30-40 euros.

 

 

Cocina tradicional
Diego Moreno Bermejo el

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