El embajador de EE.UU. ante la OTAN, Douglas E. Lute, aseguró que una segunda coalición internacional se está dando cita en el conflicto de Siria con efectivos militares de «Assad, Irán, Rusia, potencialmente Irak, y fuerzas chiíes de Hizbolá desde Líbano».
De este modo, Lute se refería al denominado eje chií que desde Teherán hasta Damasco se gesta para contrarrestar al autoproclamado Estado Islámico pero también apuntalar gobiernos de esta rama del islam en dichos países. Algo que desde Arabia Saudí o la propia Turquía se observa con gran preocupación.
Todo ello con el impulso final de Rusia, que «cuenta con artillería, baterías antiaéreas o aviones de combate en la base aérea de Latakia, así como buques en la base naval de Tartús», describió este miércoles el embajador estadounidense al ser preguntado por la actividad militar rusa en Siria en una rueda de prensa ante la reunión de ministros de Defensa que se celebrará mañana en la sede de la Alianza Atlántica en Bruselas.
Para el embajador estadounidense hay un interés común entre esa coalición chií (con el músculo militar ruso) y la que lidera EE.UU., formada por 65 países: liquidar al Estado Islámico. Sin embargo, los desencuentros se producen ante dos hechos: los bombardeos de aviones rusos contra posiciones de grupos rebeldes opositores al presidente Bashar al Assad y las incursiones aéreas -dos por el momento- de aparatos rusos en el espacio aéreo de Turquía, país fronterizo con Siria y miembro de la OTAN.
Sin duda, el conflicto de Siria y la crisis por la violación del espacio aéreo de Turquía por parte de Rusia serán temas a tratar en la reunión de mañana, cuya agenda central versará sobre las capacidades de despliegue rápido de la OTAN ante una eventual crisis en el Este pero también en el flanco Sur (Libia principalmente). A Siria ya se le denomina el flanco «sureste».
El martes, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, mostró su «gran preocupación» por las operaciones militares rusas en Siria: «Me preocupa además que Rusia no se está dirigiendo contra el Estado Islámico (EI) sino contra la oposición siria y los civiles […] Pido a Rusia que desempeñe un papel constructivo y coopere en la lucha contra el EI. Y que persiga una situación política negociada para el conflicto sirio».
¿Qué hubiera pasado si Turquía o Rusia derriban un avión en esas dos incursiones rusas en el espacio aéreo turco? Preguntamos a un oficial civil de la OTAN en los pasillos de la sede en Bruselas: «Si lo que sugieres es que se hubiera desencadenado una III Guerra Mundial…, por supuesto, eso está totalmente descartado; eso sí, nos encontraríamos ahora ante una situación muy tensa desde el punto de vista diplomático».
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