Se aproxima el arranque del nuevo curso universitario, lo que me hace preguntarme qué carreras escogen nuestros jóvenes. Encuentro la respuesta en la web del ministerio de educación: durante el curso pasado, de las 354.800 inscripciones para estudios universitarios de grado, solo el 17,4 % corresponden con ingenierías (incluyendo arquitectura) y el 6,4 % con carreras de ciencias.
De acuerdo con el informe El futuro de los trabajos 2016 que el foro de Davos publicó a principio de año, la cuarta revolución industrial provocará cambios en todos los sectores, fruto del desarrollo tecnológico entorno a la inteligencia artificial, la nanotecnología, la robótica, el Big Data, la biotecnología… Esto traerá una increíble revolución en el mercado laboral, con la aparición de nuevas categorías de trabajos que desplazarán muchas posiciones tradicionales.
Estos nuevos trabajos ocuparán a los profesionales capacitados en las ramas de enseñanza que los americanos llaman STEM (Ciencias, Tecnología, Ingenierías, Matemáticas). Volviendo a los datos anteriores, en España únicamente 82.500 alumnos eligieron el curso pasado estas formaciones universitarias. Y a esta ya magra cifra hay que restar los abandonos que tendrán lugar en los sucesivos cursos, más relevantes en estas carreras que en otras.
Por supuesto que se seguirán necesitando médicos, abogados, maestros, filólogos, pero el contundente informe de Davos junto con las cifras actuales de desempleo por profesiones nos dicen que en menor proporción del actual 76% ¡más de tres cuartas partes! de los estudiantes universitarios en España.
Aunque nuestros hijos pertenecen a la generación de los “nativos digitales”, que cada día utiliza Instagram, Snapchat o Whatsapp, juega al Clash of Clans y caza Pokémons por la calle usando los móviles que les regalamos antes de cumplir diez años, creo que son totalmente ajenos al futuro de los trabajos en el mundo. A falta de una vocación clara, muchos se deciden por lo fácil ya en el bachillerato. Y creo que es labor de padres y maestros concienciarles, porque en el mundo global los estudiantes de muchos países lo tienen claro y nos adelantarán por la derecha y por la izquierda como ya lo vienen haciendo.
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