ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Sin cobertura por Jesús García Calero

En el otro costado

En el otro costado
Jesús García Calero el

Juan Ramón Jiménez, que era un profundo observador de las fuerzas que mueven y conmueven la realidad y que utilizaba las palabras con una precisión molecular, no pudo sin embargo localizar el lugar exacto desde el que le dolía su país durante el exilio tras la Guerra Civil. Allá donde le llevaran sus pasos, a Coral Gables o a Puerto Rico, el dolor se repetía. Y bautizó la zona de la molestia como «el otro costado».

La costa americana, el otro costado

Así, en ese alarde poético, puso a España y América dentro de su tórax, en algún lugar cerca del corazón, y todos sus lectores de un lado y otro del Atlántico sabemos a qué se refiere. ¿Lo saben nuestros políticos? Esperemos que sí.

El presidente acaba de presentar una nueva estrategia para que la importancia de nuestra cultura en el exterior -y también en el interior, ¿verdad?- cobre rango de asunto de Estado. Hay que aplaudir el empeño, un plan muy necesario y urgente, en el que se trata de sumar a todo el mundo, incluso a la sociedad civil, bajo el paraguas de la Marca España, que abre una nueva etapa, algo que era todavía más necesario.

Como dicen los judíos sabiamente, «si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes».

Siguiendo a Juan Ramón, uno de los grandes poetas españoles que han ensanchado la lengua que compartimos con 570 millones de personas, no debemos olvidar que sentir «el otro costado» como algo propio es lo primero. Tenemos mucho que aprender de la Real Academia Española y del Instituto Cervantes, que acumulan tantos pasos en el cuentakilómetros, tantas idas y vueltas, que han abierto sendas seguras de un costado al otro.

Tenemos museos como el Reina Sofía que las han ensanchado, trabajando por una identidad común. Marca España deberá encontrar un perfil totalmente nuevo que permita también a los del otro costado sentir el esfuerzo como una invitación a algo propio.

Juan Ramón se sentaba en las tardes al borde de la tristeza y observaba las olas del mar hasta comprenderlo mejor que todos nosotros:

Mi vida es esta ola.

Una vez, otra y otra,

rompe en la estraña costa,

deja su espuma sola,

y una vez, otra y otra

vuelve por donde ahonda.

Otros temas

Jesús García Calero el

Entradas más recientes