José Manuel Otero Lastres el 21 ene, 2015 Don Indeciso es un varón español, nacido a mediados de los años sesenta del siglo pasado, que tuvo desde muy joven un gran sentido de la responsabilidad, por lo que procuraba informarse de los pros y los contras de cada asunto sobre el que tenía que tomar una decisión. Una de las cuestiones en que ponía mayor atención era la emisión del voto cada vez que era convocado a las urnas. Ésta fue la razón por la que vio en su integridad el debate televisivo que tuvo lugar en 2008 entre Pedro Sobes y Manuel Pizarro. Y ante la discusión que mantuvieron ambos contendientes sobre si se avecinaba o no una crisis económica, acabó creyendo la versión de Solbes, que negaba que se produjera. Por eso, votó entonces al partido que gobernaba, convencido de que los que anunciaban la crisis eran unos agoreros y antipatriotas. Pero la crisis llegó, y aunque tardaron en sentirla los ciudadanos, se presentó con tal fuerza que estuvo a punto de arrastrar al Reino de España al abismo de ser intervenida por la “troika”, esto es, el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE). Por eso, don Indeciso se sintió engañado y en las de 2011 cambió su voto y se lo dio al partido que estaba en la oposición. Desde 2009, don Indeciso, al igual que muchísimos ciudadanos de la hasta entonces sólida clase media española, sufrió severamente los efectos de la crisis. Perdió, por fin, su puesto de trabajo y el subsidio del paro que cobraba era insuficiente para atender todas sus obligaciones. Pasó unos años muy duros y algunas personas de su entorno hasta tuvieron que acudir a los comedores de beneficencia. Pero estamos de nuevo en año electoral y la información que le ha ido llegando a don Indeciso es que España es uno de los países de la zona Euro que más está creciendo. Uno de los últimos en manifestarse en este sentido ha sido el FMI (que pronostica un crecimiento del 2%), al que le da mucha credibilidad por ser uno de los integrantes de la temida troika. También ha percibido últimamente que el panorama del empleo está cambiando: ahora entre sus conocidos y allegados se oye hablar de gente que encuentra trabajo en lugar de ciudadanos que lo han perdido. Sin embargo, en los medios de comunicación todavía oye voces que niegan la recuperación (los hay que ni siquiera admiten que sea incipiente), y que reiteran, una y otra vez, que el partido en el gobierno ha fracasado en su política económica. Movido por su afán de no equivocarse, ha dedicado más horas que en ocasiones anteriores a analizar con sumo detenimiento el debate político. Y cuál no ha sido su sorpresa al comprobar que los que defienden que la economía va mejor son los mismos que predijeron que venía una crisis, mientras que quienes sostienen que las cosas siguen mal son los que entonces negaban que se avecinaba una crisis cuando ya la teníamos encima de nosotros. Una de estas noche, al ir a acostarse, su mujer, doña Dubitativa, le preguntó ¿tienes ya decidido a quien vas a votar esta vez? Y don Indeciso le respondió: la cuestión está en si creo a los que mintieron cuando dijeron que no iba a haber crisis o a los que dijeron la verdad al advertirnos de lo que se nos venía encima. Esta vez he decidido volver a votar a estos últimos, porque si en las elecciones generales de 2008 ganaron los que mintieron sobre la crisis y perdieron los que decían la verdad, no me gustaría que éstos perdieran las elecciones por volver a decir la verdad de que nos estamos recuperando. Me parece bien –respondió doña Dubitativa- porque sería paradójico que ganaran los que mienten y perdieran los que dicen la verdad sobre nuestra situación económica. Otros temas Comentarios José Manuel Otero Lastres el 21 ene, 2015