En su reciente mitin en Granada, Pedro Sánchez dijo a los asistentes: “vosotros sois los que vais a recuperar la senda que el PSOE nunca debió perder”. La noticia publicada no especifica a qué senda se refería Sánchez. Sin embargo, si se interpreta otra de sus declaraciones las cosas parecen estar claras.
Adviértase, en efecto, que momentos antes de referirse a la “senda perdida” Sánchez situó a los asistentes ante la encrucijada de elegir entre dos modelos de PSOE: “El de la Gestora y quienes la apoyan, el partido de la abstención, y el nuestro de izquierdas”. O sea que, según él, recuperar la senda perdida es apartarse del camino iniciado por la Gestora y retroceder para volver a andar el camino marcado por él cuando era Secretario General del PSOE.
Como no soy militante del partido socialista, no voy a tener que caminar hacia lado alguno. Pero puesto a imaginar qué haría si lo fuese, no tengo duda alguna sobre la decisión que adoptaría.
Y es que si la Gestora representa al PSOE socialdemócrata de centro izquierda, el modelo ante el que estamos es el del partido socialista de gobierno con vocación mayoritaria que gobernó España durante varias legislaturas. Esa me parece una senda deseable y creo que cualquier socialista con vocación de gobierno debería quererla recorrer.
¿Qué decir de la senda de “izquierda” distinta de la anterior que quiere abanderar Sánchez? Todo el mundo sabe a dónde llevó Sánchez al partido socialista cuando era su Secretario General: a los peores resultados electorales de la historia de la reciente democracia. Razón por la cual si yo fuera socialista no estaría a favor de recuperarla.
Admito que puede discutirse si este rotundo fracaso puede imputársele enteramente a él. Pero su famoso “no es no” y su inquebrantable empecinamiento en ser Presidente del Gobierno a toda costa, condujeron a su partido y, lo que es peor, a España a otro acontecimiento histórico: estar casi un año sin gobierno.
Pero por si lo anterior no fuera poco, tras la salida de la Secretaria General, Sánchez se sacó la careta e hizo público los compañeros de viaje que ha elegido (Podemos, los antisistema y los independentistas) para llevar a su partido hasta llegar a la senda que pretende ahora recorrer. Nada más y nada menos que una amalgama de comunistas-leninistas (disfrazados una vez más con una nueva careta/nombre “Podemos”) y demás partidos y movimientos que tienen en común su total desprecio por España.
Los militantes socialistas harán lo que quieran, pero si toman la senda que les propone Sánchez dejarán de ser socialistas, y aunque puede que conserven el nombre por algún tiempo acabaríamos diciendo “Adiós PSOE, adiós” y bienvenido al “PODEMOS” fagocitador de partidos de la izquierda.
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