Cada otoño, miles de estorninos componen en el cielo de Gretna (Escocia) una de las danzas más espectaculares de la naturaleza. En algunos casos proceden de Rusia y Escandinavia, camino del sur, una vez pasada la época de cría. Otros anidan en Gran Bretaña, aunque parece que en menor número que años atrás. Estos pájaros de cabeza pequeña, alas y cola largas, y plumaje negro de reflejos verdes y morados y pintas blancas, se agrupan en bandadas gigantescas de decenas de miles de ejemplares (entre 40.000 y 50.000, según algunas estimaciones) que se mueven al unísono, perfectamente sincronizados, hasta pintar el cielo de negro. En el mundo anglosajón se les llama «murmuraciones».
Dicen que los modelos algorítmicos complejos aún no han explicado las acrobacias de los estorninos, que en, ese momento, son una sola ave que vuela con perfecta coordinación. Por ejemplo, en el cielo cubierto de Gretna, al sur de Escocia, popular en todo el mundo gracias a las imágenes de Owen Humphreys, fotógrafo de la agencia Press Association desde hace diecisiete años. En esta página del periódico The Guardian se pueden ver todas las fotografías obtenidas hace unos días, al atardecer, cuando el cielo se torna un lienzo en movimiento. El espectáculo es de tal belleza que The Times le ha dedicado su portada.
Muchas de esas aves llegarán en invierno a la península ibérica, por ejemplo a Extremadura, donde se encuentran estorninos negros y pintos, que también dibujan «murmuraciones» parecidas a las escocesas, aunque más pequeñas.
En estos vídeos puede verse el asombroso baile de los pájaros. El primero ha sido grabado estos días por el equipo de Owen; el segundo, el pasado invierno también en Gretna; en cuanto al tercero, nos lleva a Marsella, donde la cámara de Neels Castillon se encontró con una de las sorpresas más bellas de su vida. Estas bandadas de estorninos son habituales en diferentes zonas de Europa, como las citadas, entre noviembre y febrero. Es uno de los ejemplos más impresionantes de comportamiento colectivo en animales, según aseguran los científicos.
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