Las cifras de Instagram marean. Ha alcanzado los cien millones de usuarios en todo el mundo y supera ampliamente los 4.000 millones de fotos compartidas. Esta red social en la que “tunear” nuestras fotos con un cierto estilo vintage ha cambiado la forma de enseñar el mundo a nuestros amigos. En Barcelona, una exposición muestra los paisajes catalanes vistos por “instagramers”…
Instagram es la red social de los fotógrafos, de los profesionales y también de los millones de personas que recorren el mundo armados con un smartphone. Es el escaparate en el que los famosos comparten sus gracias (Justin Bieber es el rey, con 3,5 millones de seguidores y solo 381 fotos, pero, en lo que al mundo viajero se refiere, su trascendencia va aún más lejos: es la forma en la que enseñamos a nuestros amigos dónde estamos, qué estamos viendo, qué restaurante nos gusta, qué paisaje nos ha dejado sin palabras pero con el móvil encendido…
La Agencia Catalana de Turismo ha utilizado esta poderosísima herramienta social para promocionar sus paisajes. Puso en marcha un concurso en el que los aficionados debían enviar sus imágenes con la etiqueta #catalunyaexperience. Recibieron más de 52.000, que pueden verse aquí. De ese archivo eligieron 241 fotografías que ahora se exponen -hasta el 18 de noviembre- en el Palau Robert de Barcelona (93 238 80 91 / 92 / 93), un edificio neoclásico situado en el cruce entre la avenida Diagonal y el Paseo de Gracia.
En la aplicación de Instagram, o quizá en su blog, podemos ver a diario miles y miles de fotografías viajeras, capaces aún de sorprendernos, de reflejar ángulos y efectos poco conocidos de cualquier lugar. Los cien millones de usuarios de la red social muestran una influencia y una capacidad de crecimiento que seguramente apenas acaba de empezar…
Foto: Dentro de la Casa Batlló. Autor: @agustigus.
