Aunque Pablo Iglesias está empeñado en decidir qué hablan o no los españoles la noche del 24 de diciembre, lo cierto es que la MonarquÃa como institución no es una preocupación para los españoles, ocupa el lugar 35, mientras que los polÃticos, o sea Pablo Iglesias, se sitúa en el cuarto.
Otra cosa son las actividades privadas del Rey emérito, Don Juan Carlos, que, a la espera de un juicio, de una setencia y una condena en firme, por lo que vamos conociendo, no han sido muy ejemplares. Yo no lo voy a defender, lo digo con tristeza, porque su contribución a la democracia en este paÃs, al régimen de libertades y a la reconciliación han sido muy importante. Qué pena que su vida personal no haya sido reflejo de su gestión como Rey al frente de una gran nación.
Una parte de los españoles, estoy segura, comparten esta reflexión, y asisten con estupefacción, y mucha preocupación, al ataque al sistema de MonarquÃa parlamentaria, que los españoles aprobamos en la Constitución, iniciado por el comunista Pablo Iglesias, los secesionistas catalanes y los filoetarras de Bildu, amén de algún que otro espontáneo, unido a esta causa de destruir la Transición. Todo ello con el beneplácito del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El PSOE y Sánchez miran para otro lado, pero sacan la patita y quieren aparecer como los salvadores de la Corona ofreciendo soluciones, que ya se podrÃan aplicar ellos mismos. Ya sabemos que no habrá Ley de la Corona, o eso parece, porque Sánchez puede decir lo mismo y lo contrario, según le convenga. Pero sà que está dispuesto a buscar fórmulas para dar transparencia a la Casa Real.
Pues ya podrÃa aplicarse el cuento Sánchez. Transparencia a una institución que ha avanzado mucho en este sentido desde que llegó Felipe VI, sÃ. Pero también para el Gobierno socialcomunista que cerró el Portal de la Transparencia en plena pandemia, que esconde en el cajón los contratos millonarios del Covid que no quiere que se sepan, que no dice cuántas veces utiliza Sánchez el Falcón y para qué y, entre otras cosas, que no quiere desvelar qué hacÃan los amiguetes del presidente en Doñana en verano, en la residencia de Sánchez.
En resumen, como dice el tÃtulo de esta nueva entrada en mi blog: Transparencia pido para los demás, que yo no tengo para mi Gobierno. Otro disparate más de este tiempo que nos ha tocado vivir.
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