“Pudiéndose haber quemado La Almudena, va y se quema Notre Dam. El Destino es gilipollas”. (Max Pradera, guionista y presentador de televisión, ayer en Twitter, mientras ardÃa Notre Dam)
¿Puede haber un comentario más repugnante, sectario, intolerante e irrespetuoso que este, mofándose de lo que es una gran tragedia desde todo los puntos de vista: religioso y cultural? y no lo digo ya por lo que tiene de ofensa contra lo que representa para los católicos este templo francés, sino para todo los españoles, que ven como uno de los suyos da la nota cuando todo el mundo está conmocionado por esta tragedia.
El odio, el resentimiento, el mal gusto y no sé cuantas cosas más que se han inoculado en la sociedad española se refleja en este tipo de comentarios que ponen de manifiesto la grave crisis moral por la que atraviesa este paÃs.
Mientras Francia y gran parte del mundo llora por las consecuencias de esta catástrofe, sea católico o no, aquà en España tenemos a gente que se dedica a hacer gracejas con este tipo de desastres.
Aquà todo vale para intentar ganar esta competición de a ver quién dice la burrada más grande, quién se deja notar más en las redes sociales para crear polémica, sin importar a quién ofende o a quién no. Da igual, cuanto más graciosillo sea, mejor.
Es el nivel de una parte de la población que ha decidido que la educación, el respeto y la tolerancia con lo que piensen los demás es algo caduco, pasado de moda, y lo que mola es la ordinariez y el mal gusto.
No será la última vez que los españoles tengamos que ver a algún cantamañanas decir este tipo de sandeces.
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