Sobre el sueño, o no, de Pedro Sánchez, se podrÃa hacer ya un tratado de la estupidez polÃtica. O lo que es peor, de cómo un presidente insulta y le toma el pelo a los españoles, sin importarle un comino.
Porque el disparate, ocurrencia o metedura de pata polÃtica del otro dÃa diciendo que no podrÃa conciliar el sueño con Podemos dentro del Gobierno, no puede ser considerado más que eso, un indicador del nivel del presidente del Gobierno en funciones.
Que Pedro Sánchez diga semejante tonterÃa, cuando algunos de sus barones (La Rioja, Castilla La Mancha, Valencia o Baleares) comparten cama, y al parecer duermen muy tranquilos juntos desde hace varios meses, es pensar que el resto de los españoles somos tontos.
Y no solo eso, sino que también los socialistas, y por ende Pedro Sánchez, parece que no tienen ningún insomnio, que se sepa, después de alcanzar la presidencia de Navarra gracias a la abstención de Bildu, los amigos de los terroristas de ETA. Y más todavÃa, tampoco los veo yo con muchos problemas de sueño en la Diputación de Barcelona y en los 34 ayuntamientos catalanes donde gobiernan con los separatistas.
Pedro Sánchez podrÃa haber justificado su irresponsabilidad de abocar a España a otras elecciones con otros argumentos más creÃbles, no con sus problemas de sueño, que me temo que con tanto desahogo no tiene ninguno.
Hablemos claro, a Sánchez solo le importa él mismo, su poder, su casa de La Moncloa, sus paseos en el avión oficial y matar a Pablo Iglesias. Y si para eso tiene que utilizar a España, pues le da igual. Sus objetivos son más votos, más poder, más escaños y erigirse en el Rey Sol con Pablo Iglesias arrodillado limpiándole las botas. En las manos de un centro derecha unido está no permitirlo.
Seguir a Paloma Cervilla en Twitter.
España