No sé porqué cuesta tanto admitir que España, lentamente, está saliendo de la crisis. Lo dicen los organismos internacionales, los indicadores económicos y, aunque no se lo crean, el PSOE. Tal confesión la hizo ayer el portavoz socialista en el Senado, Marcelino Iglesias, en su rifirrafe mensual con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. El senador socialista no tuvo más remedio que admitir lo evidente y decir, aunque con la boca pequeña, que la situación está mejorando: “Es evidente que un dÃa u otro saldremos de esta crisis. Incluso, estoy dispuesto a aceptar que estamos empezando a salir ya. Por cierto, todos en mi grupo queremos que sea cuanto antes. Pero lo que la gente quiere saber es cuándo les va a afectar a ellos”.
La noticia pasó desapercibida en los medios de comunicación, al quedar eclipsada por el debate que mantuvo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con CiU sobre la ofensiva secesionista en Cataluña. Pero tenÃa su importancia, ya que admitir que la situación está mejorando es reconocer también que las medidas que se han adoptado hasta ahora empiezan a dar sus frutos.
Yo comprendo que decir que salimos de la crisis a los que todavÃa están en paro es una provocación innecesaria, pero al menos los que tenemos trabajo y sabemos que los indicadores van mejorando tenemos que alegrarnos de que esto sea asÃ.
Los que realmente siguen dÃa a dÃa el termómetro de la recuperación nos explicaban a los periodistas en los pasillos del Senado que hay dos datos que apuntan a la recuperación: el aumento de los cotizantes a la Seguridad Social y el incremento de la recaudación. Afiliarse a la Seguridad Social es señal de que se tiene trabajo y la entrada de dinero en la caja común es reflejo del aumento del consumo.
No hay que gritar a pleno pulmón que se sale de la crisis porque no hay que molestar a nadie; pero tampoco hay que seguir diciendo que seguimos perdidos en el túnel de la recesión, porque no es verdad.Â
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