Pedro Sánchez se cae del guindo

” Si dependo de él (Pablo Iglesias) nunca seré presidente. Estoy convencido de que nunca apostará por un presidente socialista” (Pedro Sánchez). Hombre, por fin se da cuenta el secretario general del PSOE de que el líder de Podemos le ha estado tomando el pelo en los cuatro meses que van desde las elecciones del 20 de diciembre de 2015 al 2 de mayo de 2016 en el que se disolvieron las Cortes.

Ya podía haberse ahorrado la humillación a la que le ha sometido Pablo Iglesias desde el minuto uno: nombrándose vicepresidente y haciéndole el Gobierno. Si su ambición y su obsesión por llegar a la Moncloa no le hubieran cegado tanto hasta el punto de protagonizar este vodevil negociador al que hemos asistido, no se hubiera sentado a negociar nada con Pablo Iglesias.

Las declaraciones ayer de Pedro Sánchez son el reconocimiento de su derrota y de que difícilmente será presidente, a no ser que vuelva a dejarse humillar por Iglesias. El líder socialista entonó ayer el mea culpa ante la plana mayor de la dirección socialista, que dicen que podrían obligarle a dimitir la misma noche del 26 de junio si se confirma el sorpasso. Vamos, que se cayó del guindo de forma oficial, o nunca se subió, sino que quiso hacerse una campaña electoral que, a la postre, no le ha servido para nada.

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