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Blogs Notas del Espía Mayor por Javier Santamarta del Pozo

La India ya no es la India

Bharat será su nuevo nombre

La India ya no es la India
Desde el Indo hasta la India. Ilustración de Jesús Rubio Villaverde @picatostes
Javier Santamarta del Pozo el

Pues parece ser que uno de los nombres más reconocidos de la geografía mundial, la India, ha dejado de denominarse oficialmente de este modo, para olvidar así su pasado colonial relacionado al que fuera poderoso Reino Unido, que en esto de hacer colonias e imperios dicen que fueron muy exitosos, pero también un poquito hijos de… la Gran Bretaña. Al parecer existe un, sin duda más que legítimo, deseo de desvincularse del colonialismo británico pues, según se ha dicho, evoca un pasado de esclavitud. De oprobio. Y, la verdad, conociendo de las atrocidades cometidas por los casacas rojas, quedarán muy bien en las películas que tanto hemos disfrutado como Gunga Din o Tres lanceros bengalíes, pero la realidad sin duda fue una muy diferente. Como la hambruna en Bengala que se produjo por la obligación británica al apoyo bélico durante la Segunda Guerra Mundial, provocando entre tres a cinco millones de muertes. Que parece exagerado ante la nadería de la masacre de Jallianwala Bagh de 1919 donde los británicos se enfrentaron aguerridamente a una manifestación pacífica a base de descargas de fusilería, provocando cientos de muertos y más de mil heridos. O el sitio de Delhi de 1857 en la rebelión de los cipayos (que se integraban en gran número como soldados en las propias fuerzas coloniales), que acabó con las tropas británicas arrasando la ciudad, entrando a sangre y fuego, asesinando sin compasión y castigando brutalmente a los cipayos. ¡Como para querer guardar recuerdos de este pasado!

Castigo a los cipayos rebeldes con un fusilamiento… a cañonazos.

Pero, lo que me resulta más curioso es que hayan acabado relacionando y mimetizando un nombre milenario, con sólo una parte de su, sin duda, terrible historia. Porque la Compañía Británica de las Indias Orientales, de tiempos de Isabel I Tudor, ya saben, la que nos visten como Galadriel luchando contra la pérfida Armada de Felipe II de España, con quienes estaba realmente en lucha era contra sus competidores comerciales neerlandeses y portugueses. Pues ya sabemos que los españoles fuimos muy malos y andábamos genocidiando sin ton ni son por las llamadas Indias Occidentales, pero al mismo tiempo, en un alarde de incoherencia hispana, venga a meter universidades y hospitales y fundar ciudades y cosas así de raras. A los británicos esto se le daba una higa (como a holandeses y portugueses) y aquí lo que interesaba era el comercio puro y duro, y todo lo que se haga que sea con un único fin: ¡pa la buchaca! Y tras varios viajes exitosos y pactar con el imperio mongol, pues allá que se establecieron en Bengala, y así pasando el tiempo hasta hacer emperatriz de la India a la reina Victoria, otra que sale en las pelis llena de pompa y circunstancia envuelta en aromas de novelas de Emily Brontë. ¡Qué buenos son esta gente con el márquetin, oiga!

¿Dónde quedó el origen de este ahora maldito topónimo? Pues arrumbado por el abrumador peso de lo que ahora consideran inequívocamente británico. Que son unos hachas en esto de apropiarse cosas y llevarse como souvenirs trozos enteros de culturas de otros lugares. ¡Pero no le demos más méritos que no tienen! Pues raro se hace que hubiera ni siquiera un ancestro de Boudica en las tropas de Alejandro Magno cuando en el 326 a.C. venció al rey Poro en la batalla del Hidaspe. Ya que parece ser que fueron los griegos los que llamaban a aquellos territorios y habitantes como los del Indo, relacionado con ese río. Que en esto de la geografía los helenos eran muy de pillar accidentes geográficos y no complicarse las cosas. Y para esto los ríos son muy prácticos. ¡Que nos lo digan a los de la Península Ibérica, que dicen que nos viene del Ebro (o Íber) según el padre de la Historia, un tal Herodoto! Y esto del Indo procede del sánscrito Sindhu, con lo que es nombre local y no impuesto.

El emperador Bharatá en uno de los episodios de su azarosa vida.

Sin embargo ya hemos visto que a los actuales dirigentes indios (¡con perdón!) no les parece lo suficientemente autóctono lo del Indo, siéndolo como lo es, y han preferido (no sin polémica interna, por cierto) pasar a denominarse Bharat Un término que proviene del legendario emperador Bharatá, que reinara lo menos diez siglos antes de que por estos lares ibéricos Argantonio estuviera tomando tortillitas de camarones por Gadir, que ya es tiempo atrás. No digo yo que no tenga su aquel llamar ahora a la India con este hipocorístico, pero que una república prefiera denominarse ahora con el nombre de un rey hijo de reyes y conquistador de pueblos… tiene su punto. Todo para dejar de lado reminiscencias imperiales, poniendo el nombre al que se considera un emperador. Y es que, al final, no me digan que no, todos los imperios son malos… pero sobre todo si son los ajenos. ¡Larga vida a Bharat! Y a los bharatíes y bharatías.

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Javier Santamarta del Pozo el

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