Straight Outta Compton (Universal, 2015), la película que hace una revisión de uno de los más influyentes y menos conocidos episodios de la historia reciente de la música popular -la formación del “Gangsta Rap”, un estilo que comenzó en los márgenes de las ciudades con la formación de N. W. A. y que acabó siendo convertido en producto de consumo global-, es estreno estos días en los cines norteamericanos con sorprendente éxito.
La música de la película de Spike Lee recogida en forma de álbum, Fear of a Black Planet (1990) fue la que dio a conocer a nivel mundial un fenómeno nacido de manera espontánea en los guetos de las ciudades norteamericanas en la recta final de los años ochenta. Es la puesta de largo de la “estética scratch”, que incluye cantos urbanos, samplers distorsionados, scratches de esplendida unidad sónica (realizados por Terminator X) y la voz insistente de Chuck D recorriendo el asfalto, a lo que se une el uso de fragmentos sacados de la cultura urbana, ya sea de la calle o de la radio.
El hip hop existía desde finales de los setenta, pero esto era algo nuevo: el fin de la vieja escuela, una representación pictórica en sonidos de la pesadilla en que se había convertido la vida en el guetto.
En la ciudad de Los Angeles, existía desde hacía décadas un movimiento de gangs, bandas que aparecieron como reacción a los spooke hunters o cazadores de espectros, bandas de blancos que incendiaban las casas de los negros, actividades en la estela de la vieja organización del Ku Klux Klan. A finales de los setenta los negros ya están organizados, son las primeras gangs como los Crips y los Bloods, dedicados a defender su territorio. Pero es a partir de la era Reagan cuando es introducida de forma nada inocente en los guettos una droga de efectos letales, altamente adictiva, una variedad de la cocaína de bajo coste llamada crack, que va a tener desastrosas consecuencias en el interior de la comunidad negra.
El narcotráfico es visto por muchos jóvenes como la única salida, y unido a ello la compraventa de armas. Un álbum va a recoger esta desastrosa situación, definiendo una nueva forma de enfrentarse al hip hop que se conocerá a partir de entonces como “Gangsta Rap”.
N.W.A. (Niggers With Attitude), el grupo seminal más importante del movimiento, tiene por fin su propia película, que cuenta con la producción de varios de sus miembros, hoy día multimillonarios, véase Dr. Dre o Ice Cube, y está dirigida por F. Gary Gray con guión de Andrea Werloff y Alan Werkus. Un sorprendente salto a la gran pantalla de un fenómeno que, con excepciones como parte de la filmografía de Spike Lee, ha permanecido siguiendo su camino de influencia al otro lado de la frontera.
N. W. A. se formó entonces entre 1986 y 1988 al unirse Ice Cube, estudiante de arquitectura, Eazy E, traficante y delincuente en toda regla, y Dre, (luego mundialmente famoso como Dr. Dre), dj´ y productor de Work Class Wreckin´ Crew. Con una estética mucho más violenta, obscena y descerebrada que Public Enemy, N.W.A. iban a convertirse en el grupo más imitado en los siguientes treinta años, siendo replicados en serie por miles de grupos de hip hop.
Es sorprendente el empuje que tuvo esta forma radicalizada de hip hop denominada Gangsta Rap, que abrazaba la misoginia, el derecho a la violencia y el dinero obtenido sin escrúpulo. Su álbum Straight Outta Compton (1986), que da nombre al film, desde el plano estrictamente musical, suponía una obra perfecta en la composición mediante samplers, scratch y rap, un salto hacia adelante que retomaba los ritmos soul y funk unidos a los sonidos sintetizados del Roland 808, con unos resultados urgentes e incendiarios que lo colocan entre los más importantes álbumes de música popular de todos los tiempos.
La película sobre N.W.A. es una descarada demostración de narcisismo de sus productores, Ice Cube y Dr. Dre, encarnados por Corey Hawkins y O´Shea Jackson Jr., pero indirectamente puede ayudar a entender a los neófitos un fenómeno, el rap, que después de treinta años sigue siendo tan desconocido como influyente en la cultura de calle de todo el mundo.
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