Diferencias entre la filosofía de la música de Townes Van Zandt y Gene Clark
No, no es una secuela de la tesis de un miembro de la izquierda hegeliana, que no cunda el pánico. Además, las comparaciones son odiosas. De hecho no sé cómo subsisten los estudios comparados, eso es como lo que me decía mi profesor de latín: “Como te gusta mucho el chorizo te tiro un ladrillo por debajo de la puerta”. Es simplemente que me siento en la obligación de acordarme hoy, 9 de octubre, de un compositor de canciones más bien descarnadas, a flor de piel, como es Townes Van Zandt, un tipo que lo tenía todo para seguir el camino del anonimato, una vida entregada a la normalidad suave y placentera que le ha sido otorgada al nuevo retoño millonario descendiente de los pioneros holandeses magnates del petróleo de Texas, nacido en Fort Worth en 1944, y que sin embargo se empeña en probar suerte en los intrincados caminos del arte. Su vida es más parecida a la de un anacoreta o un pintor de paisajes. Como muchos grandes pintores, sus terribles demonios interiores, su carpe diem enajenado, le llevaba no solo a mirar el abismo sino a atreverse a que el abismo lo mirara a él… Sí, sí, ya sé, eso del country, el folk, etc, ¿no son paparruchadas que nadie tienen que ver con el arte? El arte es algo serio. Y la poesía ha de ser pedestre. La poesía no quiere saber nada de la música, tiene tantos celos…, cuando la música ama la poesía.
Gene Clark sigue siendo estudiado todavía hoy por algo tan antiguo como la pregunta por las fuentes de la inspiración. Su mujer recuerda cómo no había discos ni libros en su casa a las afueras de Mendocino. A veces en casa de algunos amigos escuchaban a Joni Mitchell, poco más. Solamente daba vueltas a sus propias canciones, como enloquecido. Cómo Gene podía encontrar la palabra exacta, es aún hoy un misterio, un regalo divino, un don. De otros grandes poetas de la canción, como Dylan o Van Morrison, hay tantos tratados y biografías… De estos dos genios imperecederos, de Townes y Gene, apenas hay nada. Son cosas del tiempo, de los tiempos.
Hoy, 9 de octubre de 2016, Townes Van Zandt entra a figurar en la lista de los ilustres nombres del Hall of Fame de Nashville, máximo galardón imaginable para un cantante de country. Un humilde recordatorio desde aquí para la grandeza de un músico que pudo vivir a lo grande, pero que prefirió vivir al límite de sus fuerzas dedicado a su arte. Gene, si eres el colibrí que se posa en ese roble que tengo frente al porche cada atardecer, te digo: no te queda otra que esperar, que todo pasa y todo queda.
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