Después de una de esas gripes o virus inclasificables que te dejan el cuerpo y la mente vacÃos, leo que lo que estará realmente vacÃo en muy poco tiempo es la hucha de las pensiones, que somos todos, pero que realmente ya llega sólo a unos pocos.
A mà que no tengo nociones económicas, no me salen las cuentas, y realmente estoy más por decir: «Houston, tenemos un problema». Si sacas 9.500 millones de euros para pagar la extra de Navidad a los pensionistas, y en el Fondo de Reserva te quedan 15.915 millones, ¿cuantas pagas navideñas faltan por dar? PodrÃa ser un problema de tercero de primaria, y hasta niños de ochos años descubrirÃan que no llegamos a 2018 ni de coña.
El común de los mortales, preocupado en llegar a final de mes, lo primero que congeló en estos tiempos de crisis fue su hipotético plan de pensiones. Asà nos vemos abocados a alargar nuestra vida profesional por encima de nuestras posibilidades. ¿Le dejaremos algún dÃa hueco a esa generación tan preparada, que no querÃamos que le faltará de nada? La precariedad laboral y los bajos salarios no hacen alentar que haya una previsión de ingresos en los próximos años.
El Fondo de Reserva llegó a tener acumulados más de 66.800 millones de euros a finales de 2011. Es fácil señalar al Partido Popular, en el Gobierno desde entonces, como el responsable de la catástrofe, y de esa curva en descenso que parece una montaña rusa apocalÃptica.
Este año acaba la suspensión acordada por los populares de sacar dinero de la hucha sin lÃmites, y tendrá que haber un debate en el Parlamento. Esperemos que de verdad haya mimbres para afrontar nuestro futuro más desolador, y no el acostumbrado «y tú más» en el que se ha convertido el patio del Congreso.
O pecaremos de tener un «boom» de economistas y ninguna solución más allá de acordarnos de las palabras de Scarlett O´Hara: «Mañana, será otro dÃa».
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