González, Aznar y Zapatero, esos jarrones chinos

Cuando se impone un revisionismo negativo, y se busca, sin mirar el traje completo, todas las costuras a nuestra democracia y los pespuntes a la Transición, Vocento ha reunido en un acto histórico a tres expresidentes del Gobierno –Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero– para reflexionar y reivindicar «40 años de democracia».

Nunca en un encuentro fueron tan fieles a sí mismos. González abordó las críticas, no tanto como una queja, sino por buscar «algo de reconocimiento» por parte de las nuevas generaciones. «Un expresidente es un jarrón chino en un apartamento pequeño, al que todo el mundo quiere darle con el codo y echarlo a la basura».

Quién sí se siente respetado, tanto por la sociedad como por los nuevos actores políticos, es Zapatero. «Tienen todo el derecho a la crítica». Recordando que hasta Pablo Iglesias reconoció en el Worl Pride, que se sentía orgulloso de ser español. «Cada uno llega al patriotismo por diversas vías».

Aznar retomó la idea de sentirse un «jarrón de Hong Kong o de Shanghái» para apostar por «buscar puntos de encuentro, ya que España no está para que haya más personas que jueguen irresponsablemente a la división». Y apostó por la Constitución, al no ser un problema, sino un activo, uno de los pilares de nuestra sociedad. «Explíqueme qué se quiere reformar, si de dan las condiciones y si existe el consenso. En España se pierde el tiempo en debates de una magnitud ridícula».

Ahondando en esa línea, Zapatero ve más importante la voluntad política. «La sociedad está cada vez más informada y es más crítica. El poder tiene que confiar en la sociedad y la sociedad debe desconfiar del poder». La tesis de González es explorar un diálogo, una posibilidad de acuerdo para «abrir la vía de la reforma constitucional», aunque reconozca que no existe consenso.

Zapatero abandonó antes el acto, con una pregunta al aire de Aznar. «¿Te vas a Venezuela? ¡Suerte!». A lo que divertido contesto el director de ABC, Bieito Rubido: «¡Qué tenga cuidado!».

Y ese tono distendido ya no abandonó el Foro, a pesar de tratar uno de los problemas más graves de España: Cataluña. Esa Cataluña, que según González, «no será indenpendiente». «España sin Cataluña no es España. Será otra cosa distinta». 

Sorprendiendo la sintonía de Aznar con Felipe, al reconocerle que estaba en un «97% de acuerdo» con su diagnóstico, «básicamente para ahorrar energía». Sobre todo, cuando todavía a muchos nos repican en los oídos ese inmortal «¡Váyase, señor González!».

El Foro «excepcional» para celebrar el quince aniversario del grupo Vocento pone de relieve que 40 años no son nada, y que deberíamos de escuchar más a esos jarrones chinos antes de endilgarles un codazo.