Hoy se celebra el Día Internacional del Ajedrez y el cumpleaños de la FIDE, un aniversario casi redondo: 95. El último de estos años lo ha pasado Magnus Carlsen sin perder una sola partida. El noruego está en forma. Primero se libró de la tensión de defender la corona y luego ganó ocho torneos seguidos. Parece a punto de superar la barrera de los 2900 puntos Elo, el salto de Bob Beamon en un tablero. Como contaba en su blog, el reto es hacerlo antes de cumplir 29 años. La llegada de AlphaZero le ha supuesto una ayuda extra: inspirado por el estilo revolucionario del nuevo monstruo de la inteligencia artificial, Magnus juega como un ninja.
El debate sobre quién es el mejor jugador de la historia va perdiendo sentido, aunque Kasparov fue número uno durante dos décadas, el impacto de Fischer en el juego es incomparable y Lasker permaneció 27 años como campeón del mundo.
El último que pudo quebrar la voluntad de Carlsen en partidas a ritmo clásico fue Shakhriyar Mamedyarov, el 31 de julio de 2018. Después, el noruego ha encadenado 79 duelos sin perder. Dado que no volverá a jugar hasta la Copa Sinquefield, a partir del 17 de agosto, parece claro que su récord no peligra.
Su único contratiempo reciente ha sido la pelea con el ajedrez noruego, después de que la Federación rechazara un acuerdo con una casa de juego por cinco millones de euros. Kasparov apoyó a su exalumno con un artículo en Chess24 en el que llamaba a sus dirigentes hipócritas, pero al final sus detractores se han impuesto, pese a que Carlsen arañó unos votos al crear el club de ajedrez más grande del mundo. La ironía de la situación, afirma el ruso, es que algunos clubes noruegos consiguen dinero de la compañía estatal que tiene el monopolio del juego en aquel país «y que la propia Federación espera conseguir dinero del juego, aunque no del grupo Kindred, sino de la lotería noruega». Kasparov no entiende que la ayuda de una empresa privada sea sucio y el de otra pública que se dedica a lo mismo esté bien visto.
Anand, impresionado
Entretanto, las reacciones a la fuerza actual del número uno se suceden. Hace unos días, Vishy Anand decía en una entrevista en la prensa india que no hay palabras para describir los resultados de Carlsen este último año, que se han salido de las gráficas. «Creo que el mundo del ajedrez sigue un poco conmocionado. El resto de jugadores luchan para lidiar con este fenómeno. Todos siguen intentando procesar esta información». ¿En qué ha mejorado Carlsen? «Es siempre su habilidad de de intentarlo hasta el último instante… Consigue mucho con muy poco. Con una ventaja diminuta o en posiciones igualadas, es capaz de ver oportunidades. Esa ha sido siempre su fuerza. Lo que ha cambiado este año nadie lo sabe», admite Anand.
El propio Magnus explicaba tras ganar en el torneo Altibox, en su país natal, que su mejora se debía en parte a la influencia de sus héroes, como AlphaZero y uno de sus ayudantes en el último Mundial, Daniil Dubov, con sus ideas de sacrificios en las aperturas. «En esencia, me he convertido en un jugador muy diferente en términos de estilo, ha sido un gran viaje».
Demis Hassabis respondió emocionado, como máximo responsable de Deep Mind y padre de ALphaZero: «¡Qué gran época para el ajedrez humano y el de los ordenadores!».
Progresos de la FIDE
Entretanto, la FIDE sigue activa y anunció de forma reciente un acuerdo de cooperación con Olympic Channel, el canal olímpico de televisión por internet, que se emite en once idiomas, entre ellos el español. Con ello se logrará mejor cobertura informativa de las competiciones de ajedrez, lo que debería traducirse en una promoción mucho mayor del juego. Esa es la idea, al menos. La Federación de Ajedrez se une así a otras 91 que colaboran con el canal.
Feliz Día Internacional del Ajedrez a todos los aficionados y profesionales del mundo.
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