ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Jugar con Cabeza por Federico Marín Bellón

El viejo Ivanchuk, de 47 años, campeón del mundo de rápidas

El viejo Ivanchuk, de 47 años, campeón del mundo de rápidas
Federico Marín Bellón el

La tercera y última jornada del Mundial de rápidas empezó con un bombazo. En la primera partida del día, Magnus Carlsen cometió un grave error en la jugada 18 ante Anton Korobov y en la 23 tenía que abandonar. El campeón parecía exhausto, pero todavía encontró fuerzas para realizar un último esfuerzo y llegar al final con opciones. Hasta cinco jugadores partieron empatados en la primera posición en la última ronda. El torneo se resolvió con la rápida victoria del viejo Vassily Ivanchuk, a quien favorecía el sistema de desempate. Su triunfo supone una alegría inmensa para el mundo del ajedrez. Chucky es uno de los jugadores más admirados, un genio despistado que ama cada casilla del tablero. La historia le debía un triunfo así. Solo falló la página oficial del torneo, que no aguantó tanto público (o tanta tensión). En el cuadro femenino, Anna Muzychuk ganó con una comodidad casi insultante. Una ronda antes de terminar el Mundial, ya era inalcanzable para el resto de jugadoras. Es obligatorio destacar también la espectacular jornada que protagonizó el español David Antón, quien ganó las cinco últimas partidas y terminó en una histórica séptima posición, con 10 puntos, empatado con el cuarto. Partía del puesto 62. 

Al final, Ivanchuk, Alexander Grischuk y Carlsen ocuparon las tres primeras posiciones, empatados a once puntos. Cuarto fue Mamedyarov, con diez, los mismos que el chino Yangyi Yu, Ian Nepomniachtchi y el español David Antón. Por detrás, jugadores tan conocidos como Levon Aronian, Leinier Domínguez (gran puesto también para el cubano), Vishy Anand, Hikaru Nakamura (hundido en el puesto 24) y el francés Maxime Vacher-Lagrave (32).

Volvamos a la primera partida el día. Tras su victoria sorpresa contra el campeón, Korobov confesó que en la apertura ya quería abandonar, de lo mal que veía su posición, pero entonces llegó el regalo de Magnus caído del cielo.

 

Este fue el error decisivo de Carlsen contra Korobov. Después de Dxg2, el blanco está perdido

 

Y mientras Carlsen dejaba escapar media corona, Nepomniachtchi derrotaba a Ivanchuk, hasta entonces líder en solitario, en una defensa francesa en la que el blanco quedó mejor y luego no tuvo miedo de entrar en un final de alfiles de distinto color, algo que se ha convertido casi en habitual en este Mundial. Nepo se puso el disfraz de campeón, que le rasgó Carlsen en la partida siguiente.

Paco Vallejo, por su parte, empezaba el día torcido perdiendo contra el chino Yi Wei. En cambio, David Antón salía lanzado y ganaba una buena partida con negras al ucraniano Alexander Moiseenko, que tiene más Elo que él, demostrando que algunos finales los ha trabajado a la perfección y que tiene categoría para muchas escalar posiciones en la clasificación mundial.

 

Domínguez ganó a Aronian tras este error del armenio, que permitió un salto peligroso del caballo blanco a g4, desde donde pudo aprovechar los agujeros del enroque negro

 

En la ronda 12 hubo muchas tablas entre los primeros, algo bueno para Carlsen, que recortó distancias. Y para el cubano Domínguez, que se aprovechó de un error de Aronian. Vallejo hacía tablas con el bielorruso Zhigalko, que quizá no tenga mucho nombre, pero sí Elo (2728), y el niño Antón ganaba al bebé ruso Daniil Dubov, quien con veinte años (es gran maestro desde los 14) ya tiene nada menos que 2716 puntos. Nuestro joven representante le dio una buena tunda. Ganó un peón casi en la apertura y luego no concedió la menor opción.

En la ronda 13, Alexander Riazantsev no aguantó la tensión en una posición igualada contra Carlsen, que seguía remontando posiciones. A lo tonto, con perdón, ya estaba entre los seis primeros. Nepo, con negras, seguía lanzado hacia el título tras ganar con negras a Korobov, cada vez más desinflado. Un poco más abajo, Nakamura, que poco a poco había recortado distancia con los primeros, caía ante el francés Maxime Vachier-Lagrave. El americano pagó su exceso de ambición, que su rival castigó sin piedad.

David Antón, en racha, ganaba a un clásico, Vladimir Akopian, que le saca casi cien puntos Elo. El español demostró una gran comprensión del juego. Cuando su rival se puso creativo le ganó un peón, que luego se dejó doblar a cambio de una posición muy superior. La pena es que Vallejo seguía tocado y perdió una nueva partida contra el griego Banikas. Según la máquina, llegó a tenerlo ganado, pero poco después el blanco tenía dos damas, contra una del menorquín.

 

Según los módulos, Vallejo debió jugar Cd4, en lugar de comerse el alfil blanco, con gran superioridad. Nada fácil de ver para una persona

 

La ronda 14 ofreció la partida decisiva Nepo-Carlsen. Poco importó que el noruego no hubiera ganado nunca al ruso. Carlsen eligió una variante de la Caro-Kann que me gusta mucho jugar (¡peligro!), pero se las arreglo para construirle a su caballo un establo en pleno centro del tablero, con vistas al enroque enemigo. Ya estaba en su salsa, a pesar de los peones doblados del flanco de rey. La partida fue una completa lección del número uno del mundo, quien después de sus numerosos errores en rondas anteriores aún tenía opciones de revalidar su título.

El segundo duelo de la jornada era el choque Mamedyarov-Domínguez, que terminó en unas rápidas tablas con las que ambos se aseguraban llegar al final en buena posición.

En el duelo de veteranos, Anand e Ivanchuk se jugaban mucho y fue el ucraniano quien, después de ganar espacio y perder después parte del terreno conquistado, acabó por imponerse. El grandísimo Chucky volvía a estar entre los líderes, nada menos que cinco, con todas las opciones de triunfo aún en su mano.

Exhibición de Antón

David Antón, uno de los grandes protagonistas del día planteó un duelo psicológico contra el ruso Evgeny Tomashevsky. Durante muchas jugadas, su plan consistió en no pasar de la tercera fila, con blancas, provocando el ataque del rival. La idea dio sus frutos, ya que se apuntó una gran victoria, la cuarta consecutiva. Vallejo, por desgracia, no era capaz de pasar del empate ante un rival muy inferior, de aspecto griego.

Antes de despedirnos, merece la pena recuperar este mate del británico David Howell. Fue jugado en la jornada del martes, pero es de lo más bonito del torneo.

 

Después de Dg5+, no vale hxg5, porque llega el peón blanco de la columna h y da mate en h5, con la colaboración de su colega de e5. Brillante

 

En la emocionante última ronda, nada menos que cinco jugadores llegaban empatados a 10 puntos: Ivanchuk, Grischuk, Mamedyarov, Nepomniachtchi y Carlsen. Antón era en ese momento décimo, con nueve puntos, por delante de monstruos como Anand, Vachier-Lagrave y Nakamura. Huelga decir que Ivanchuk era el más popular de todos. A sus 47 años, la historia le debía un título. Su rival era el menos conocido, el armenio Melkumyan, un tipo poco conocido pero de lo más peligroso.

Grischuk fue el primero en conseguir cierta ventaja contra la defensa Najdorf de Nepo. Este intentó contraatacar en el flanco de dama, pero muy pronto se quedó perdido, aunque se defendió como un gato rabioso en un ascensor. Gran torneo de los dos maestros rusos.

Ivanchuk, zorro viejo, no lograba demasiado en la apertura, pero a cambio conseguía adelantarse de forma considerable en el reloj y no paraba de crear amenazas. Hacia la jugada 22 ya estaba algo mejor, y con Melkumyan con menos de cuatro minutos. A su favor tenía además mejor desempate que sus cuatro compañeros de podio. Si ganaba, se aseguraba el título. La liquidación de piezas parecía llevar a las tablas, pero Chucky sabía que con poco tiempo para pensar y alfiles de distinto color, que favorecen siempre al jugador que ataca, era cuestión de mover un poco el manzano, hasta que el título cayera por su propio peso. En efecto, su rival no aguantó y fue el primero de los líderes en terminar su partida. Una alegría inmensa para el planeta Ajedrez.

Carlsen también apretaba a Madmeyarov, como no cabía esperar otra cosa, después de jugar una apertura irregular contra la Caro-Kann. El de Azerbaiyán aguantaba el tipo, pero su reloj anunciaba tormenta para el final de partida. Como es natural, se terminó ahogando. Carlsen, después de un torneo desastroso, llegó al final empatado con el campeón.

Antón, en la mesa número seis, se enfrentaba a su tocayo Anton Korobov, un duelo durísimo del que el español salió vencedor. Lograba así una increíble séptima posición, empatado con el cuarto puesto, después de ganar sus últimas cinco partidas. Enhorabuena también para su entrenador, David Martínez, responsable de la página española de Chess24, que al final fue la que mejor retransmitió la jornada, ¡desde Las Vegas! El gran Divis está allí jugando un torneo y disfrutó de la mejor conexión a internet, desde su habitación de hotel.

Vallejo, por su parte, se dejó llevar con otras tablas de despedida, probablemente desanimado.

Anna Muzychuk, campeona indiscutible

En el torneo femenino, la ucraniana Anna Muzychuk vivió una plácida jornada. No dejó que ninguna rival se acercara y se colocó la corona a falta de una ronda para el final. Terminó con 9,5 puntos en 12 partidas, un punto por delante de la rusa Alexandra Kosteniuk. Tercera fue la georgiana Nana Dzagnidze.

 

Anna Muzychuk, campeona del mundo de ajedrez rápido. Foto: Maria Emelianova

 

Y ojo, que el año ajedrecístico no ha terminado. Mañana mismo empieza el Mundial de partidas relámpago.

 

Ajedrez

Tags

Federico Marín Bellón el

Entradas más recientes