Estas Series Mundiales de Póker pospandemia pasarán a la historia por el triunfo de dos jugadores españoles. Leo Margets y Adrián Mateos, ambos integrantes del equipo profesional de Winamax, han ganado sendos brazaletes en las WSOP. Mateos, el jugador más laureado del póker español, logró su cuarto brazalete y un premio de 3,2 millones de dólares. Margets, quien ya tenía un segundo puesto y el título de Last Woman Standing en el torneo principal de 2009, obtuvo una recompensa de 376.000 dólares. Y esto no ha terminado todavía.
Hace dos años, el madrileño ya decía en esta entrevista para ABC que el nivel del póker español profesional es muy alto. No ha tardado en demostrar sus palabras, con ayuda de su compañera de equipo. «Venía convencido de que lo podía lograr, centrando casi toda mi atención en esta última semana, donde se juegan los torneos más gordos. Creo que tiene mucho mérito haber ganado ya cuatro brazaletes de las WSOP», declaraba Mateos justo después de su triunfo.
El triunfo de la barcelonesa es más reciente, pero también se conocen ya sus primeras reacciones, en las que se muestra muy orgullosa al ver que el trabajo realizado no ha sido en balde. También podemos ver vídeo grabado por Stephane Matheu, director del equipo profesional de Winamax, que recoge lo ocurrido en la última mano y la reacción de la jugadora:
#excellence @LeoMargets @WSOP @Winamax #thehuntgoeson pic.twitter.com/RbfcgaAUgr
— Stephane Matheu (@stephanematheu) November 22, 2021
En las WSOP de este año, los torneos empezaron el pasado 30 de septiembre y los españoles se presentaban a la cita convencidos de que podían conseguir algo importante. Leo llevaba ya varios ‘in the money’ y se notaba que estaba desarrollando un buen juego. Adrián ya terminó tercero, a los pocos días de aterrizar en Las Vegas, en el $25k High Roller. El sábado se impuso en el 250.000$ Super High Roller, el torneo con la inscripción más elevada, que repartía más de ocho millones de dólares en premios. Contra 32 rivales, Mateos peleó durante tres días hasta conseguir la victoria y su cuarto brazalete. Su último enemigo fue el británico Ben Heath.
La victoria le supone a Mateos el premio en metálico más importante de su carrera, lo que en su caso es mucho decir. El español mantiene el récord de ser el jugador más joven en ganar tres brazaletes, con 22 años, y se ha quedado a muy pocos días de superarlo como el más joven en tener cuatro. «Era un objetivo por cumplir y sabía que podía hacerlo. He jugado ya muchos torneos de alto buy-in, de 100.000 dólares o más, y se me seguía escapando un título», comenta Adrián Mateos, que destaca que su mérito es mayor si se tiene en cuenta que solo juega los torneos de No Limit Hold’em.
Dos veces número 1 en el ranking de torneos en vivo (2017 y 2020), el español sigue quemando etapas desde que irrumpió en el mundo del póker con solo 19 años. Con 27 años, su palmarés sigue creciendo y no parece tener límite. Además de los brazaletes de Margets y Mateos, Winamax ha conseguido otro este año. El anglo-francés Romain Lewis, de 22 años, logró el miércoles su primer brazalete tras imponerse en el Super Turbo 10.000$. Se embolsó un premio de 464.000 dólares.
Fruto al trabajo
Leo Margets, por su parte, ganó su torneo este domingo ante más de 1.900 participantes, que habían pagado una inscripción de 1.500 dólares, lo que generó una bolsa de premios de dos millones y medio. El último escollo para la española fue el bosnio Alex Kulev, que llegaba al mano a mano final como gran favorito, debido a su ventaja de fichas: 40 millones contra 7. Pero la española le dio la vuelta a la tortilla, con el puntito de suerte que siempre hace falta. Con su premio, mejora ligeramente su recompensa de 2009, cuando fue la última superviviente femenina en el Main Event.
La jugadora del Team Winamax no podía ocultar su satisfacción después de lograr una victoria muy trabajada. «No me lo puedo creer. No puede ser verdad. Me daba por satisfecha con lograr un ‘deep-run’ antes de cerrar mis series, más aún cuando alcancé la mesa final… ¡Pero ahí está! ¡El brazalete! Es un sueño hecho realidad», manifestaba Leo. El premio no ha caído llovido del cielo, por otro lado: «He trabajado muy duro durante los últimos meses, recibiendo ‘coach’, practicando mucho, estudiando un montón, jugando ‘online’ para mejorar y perfeccionar mi juego. Hoy ese esfuerzo ha dado su fruto. No porque haya conseguido la victoria, que perfectamente se podría haber escapado en algún momento de la mesa final, sino porque me he sentido en todo momento muy tranquila y confiada en mi juego y en las decisiones que tenía que tomar. Eso hace que esta victoria sea todavía más especial».
«Es más difícil para una mujer conseguir un brazalete porque somos pocas», declaró también a PokerNews Leo, quien espera que su triunfo «pueda motivar a otras jugadoras». «Si te gusta, adelante», dijo, «seas un hombre, una mujer o un mono». «Espero que llegue un día en que esto [la desproporción de hombres y mujeres] no sea un problema. No debería serlo».
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