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Blogs Jugar con Cabeza por Federico Marín Bellón

El hijo de Gadafi también hace su jugada secreta

Federico Marín Bellón el

Muhammad Gadafi, hijo mayor del coronel, también tuvo ocasión de jugar su partidida en Trípoli con Ilyumzhinov, presidente de la FIDE. Lo cuenta «The Telegraph», en una historia en la que denuncia el millar de entradas que ha conseguido la familia Gadafi para los Juegos Olímpicos de Londres, mientras miles y miles de aficionados solo podrán verlos por la tele. Con el ajedrez como eterno aspirante a participar en la gran fiesta mundial del deporte, esta pachanga sobre el tablero quizá tenga implicaciones de largo alcance.

Ilyumzhinov lleva las rojas y Gadafi Jr., las blancas, en un tablero menos lujoso que el que recibió como regalo el dictador libio. Foto: EPA

Para el COI y los británicos, el problema diplomático que se avecina para el año que viene no es pequeño y la imagen de los Gadafi en el gran escaparate de la ceremonia de apertura de los Juegos (faltará el jefe, que no tiene tan fácil hacer turismo) puede escocer a más de uno, sobre todo a los que hace tan solo unos meses no dudaban en fotografiarse con el tirano. Muhammad Gadafi es por otra parte el presidente del Comité Olímpico de su país, donde ya sabemos cómo se reparten los cargos. (Como en casi todos los países, pero peor).

Según «The Telegraph», la decisión de conceder a Libia las entradas ha enfurecido a los millones de británicos que no han podido conseguirlas ni pagando. Los organizadores de los JJ.OO., por otro lado, estaban obligados a vender las entradas a Libia, después de que el COI decidiera no expulsar al régimen de su organización por motivos políticos. ¿Dónde quedó el espíritu de Pierre de Coubertin? ¿Ya nadie recuerda que en tiempos llegaban a pararse las guerras para celebrar los Juegos?

Por otro lado, la imagen de papá Gadafi con el presidente de la FIDE ha provocado innumerables comentarios jocosos. Michael Specter aconsejaba a la CIA en «The New Yorker» que fichara a un gran maestro o dos para encontrar tiranos, después de que Kirsan Ilyumzhinov contara a la agencia rusa Interfax que su encuentro con Gadafi no tuvo lugar esta vez en un bunker, sino en un edificio administrativo en Trípoli.

Jon Speelman, por su parte, se burla en «The Independent» de la primera jugada del dictador libio, e3, que abrió los ojos a Ilyumzhinov sobre la categoría ajedrecística de su rival, por lo que se apresuró a ayudarle un poco durante la partida. Siendo justos, la jugada no es tan mala y la posición aún podía sostenerse. 

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