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¿Hasta dónde llegará la hostilidad entre EE. UU. y Rusia?

¿Hasta dónde llegará la hostilidad entre EE. UU. y Rusia?
Jorge Cachinero el

NB: Este artículo es una versión distinta de la que fue publicada anteriormente en El Economista.

El Economista, 25 de marzo de 2024, p. 27.

La conexión que Estados Unidos (EE. UU.) y Rusia tenían establecida antes de febrero de 2022 preservaba la cooperación en asuntos como los derechos humanos, la proliferación nuclear y el control de armas, Siria y el Oriente Próximo o el acuerdo nuclear con Irán.

EE. UU. y Rusia mantuvieron relaciones constructivas, especialmente, en todo lo referente a la situación en Siria, entre 2014 y 2022, de tal forma que el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y sus contrapartes en la secretaría de Estado estadounidense desarrollaron una interlocución permanente y fluida.

Kerry (i), Lavrov (d), Moscú, 8 de mayo de 2013.

Sin embargo, este marco de interlocución dejó de existir tras el comienzo de la Operación Militar Especial (OME) rusa en Ucrania, después de que EE. UU. desestimara las propuestas ofrecidas por la Federación de Rusia para redefinir la arquitectura de seguridad en Europa, a partir de 2008 y, especialmente, durante 2021.

El nexo bilateral entre las dos grandes potencias cambió radicalmente en ese momento desde la cooperación hacia la confrontación, que es el estadio en el que se encuentra ahora, sin visos de mejora durante mucho tiempo.

EE. UU. y Rusia están enfrentadas en una guerra indirecta -pero guerra, al fin y al cabo- y ambos países se encuentran a un paso -quizás, largo, pero, sólo uno- de desencadenar una guerra nuclear.

Los rusos son conscientes de que las armas estadounidenses están matando a soldados rusos en el frente de batalla ucraniano y que los satélites de EE. UU. están facilitando información relevante a Ucrania para que ataque a objetivos civiles y militares rusos.

EE. UU. y sus aliados occidentales viven este conflicto de forma diferente porque, aunque estén perdiendo también a militares suyos, este sacrificio más limitado se está justificando como el precio que algunos mercenarios individuales están pagando por su condición de aventureros.

Kerry (i), Lavrov (d), Moscú, 8 de mayo de 2013.

La realidad es que la mayoría de las bajas estadounidenses en Ucrania, así como las de otros países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), son soldados profesionales enviados por sus mandos con misiones específicas, encuadradas dentro de una directiva operativa precisa, pero que son enmascarados como si aquellos fueran, en cambio, de fortuna.

5.000 militares de la OTAN han muerto en Ucrania entre febrero de 2022 y marzo de 2024, de los cuales 1.500 son estadounidenses, en comparación con los 3.500 militares de la Alianza Atlántica que fallecieron durante los veinte años que duró su operación en Afganistán.

Los militares rusos combaten y mueren detrás de la bandera de su país, mientras que los occidentales burlan el dolor colectivo en sus naciones al estar disfrazados de trotamundos profesionales.

Febrero de 2022 significó el fin de una era y el comienzo de otra.

El paradigma que encapsuló la correlación entre EE. UU. y Rusia durante los 30 años últimos -desde el colapso de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), incluso desde el final de la crisis de los misiles de Turquía y de Cuba, en 1962-, que combinaba la rivalidad con la cooperación entre grandes potencias, está finiquitado.

Construcción de una instalación de misiles soviéticos en Cuba, verano de 1962.

Las relaciones entre Washington y Moscú son ahora hostiles y lo seguirán siendo en el futuro.

El único punto de la agenda que queda para ser abordado, en este nuevo estado de la interlocución entre las dos naciones, es el de la prevención de la ocurrencia de una catástrofe global nuclear.

Los dos países están separados irremediablemente, sin posibilidades de volver a la era del control de armas, dado que la confianza entre ambos ha dejado de existir.

El vínculo entre EE. UU. y Rusia está destruido hasta sus cimientos y necesitará de un largo proceso y de mucho tiempo para recuperarse, si es que este restablecimiento llegara a producirse.

Las manifestaciones de Emmanuel Macron, presidente de Francia, proponiendo, a finales de febrero de 2024, enviar soldados europeos a Ucrania son testamento de que la arquitectura de seguridad euroatlántica ha dejado de existir, algo que ni en los peores años de la Guerra Fría llegó a suceder.

La limitación nuclear es el único mecanismo que queda en pie para evitar el estallido de una guerra atómica.

Va a ser difícil poner fin a la guerra en Ucrania mientras EE. UU. siga manteniendo como sus dos objetivos políticos del conflicto actual el de infligir una derrota militar estratégica sobre Rusia y el de imponerle a ésta un cambio de régimen, es decir, el derrocamiento de Putin.

Entrenamiento de soldado ucraniano en Lvov, Ucrania, marzo de 2022 (i), Putin (d).

La crisis de los misiles de Turquía y de Cuba, en 1962, duró 13 días.

La guerra en Ucrania ya sobrepasó los 13 meses y podría prolongarse -al menos, Moscú dice que está preparado para ello- otros 13 años.

EE. UU. no quiere aflojar su apuesta porque teme dejar de ser el hegemon universal y Rusia no puede parar hasta que sus intereses existenciales dejen de estar en juego.

La política de EE. UU. hacia Rusia era, antes de 2022, una combinación de disuasión y de distensión para hacerla retroceder cuando sus propósitos y los de sus aliados corrían peligro y para cooperar con ella cuando era necesario.

Éste era el enfoque de Occidente hacia Rusia durante décadas.

Ahora, EE. UU. lo ha mutado hacia una política de enemistad, a base de constreñir y de contener, que cause daño a Rusia, algo que ésta, obviamente, se niega a permitir.

El mundo ha pasado de la época en la que las grandes potencias nucleares conversaban con discreción entre ellas y mantenían la paz global a otra en la que algunas de éstas hablan en público de escalar conflictos con una frivolidad espantosa, sin parecer importarles que pudieran desencadenar una guerra nuclear.

 

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