Las razones científicas (que no están en internet) por las que Estivill no tiene razón

Parece que los posts que más funcionan, es decir, que la gente tiene más interés en leerlos, son aquellos en los que hablamos, reflexionamos, sobre la necesidad de educar y poner límites (sí, sí, poner límites) a nuestros hijos basado todo ello en la ausencia de gritos, golpes, insultos, amenazas y chantajes emocionales. La verdad es que todo esto suena durísimo pero lo cierto es que así es como hemos sido educados buena parte de nuestra generación.

-Porque yo lo digo y basta

-Llora, llora, llora que así mearás menos

-Eres una cuentista y una chantajista

-Vas a cobrar (generalmente con la zapatilla)

-Te voy a partir la cara

-Te vas a la cama y me da igual que llores. Te duermes y punto (portazo después)

En fin, no sigo. Todos sabemos cómo es el método. Claro que comparado con la infancia de nuestros padres se queda en pañales ya que con ellos se estilaba más el cinturón. Y por la parte de la hebilla. ¿Alguien puede imaginar qué sufrimiento tan grande tiene que ser padecer ese tipo de violencia con los padres? En fin. Decía que generación tras generación vamos mejorando y conservo la esperanza de que así sea. Yo conozco a muchos padres que son muy conscientes de que esta es la mejor manera de crear adultos seguros, firmes, buenos y críticos. Con amor y respeto.

Uno de los grandes temas sobre los que se debate también es el del sueño infantil.  Existe mucha gente posicionada en que es bueno enseñar a dormir al niño a las horas que los padres dicen, hablamos, obviamente, de bebés que tienen sus necesidades específicas y que al principio no coinciden con nuestros horarios. No es que que todo esté relacionado pero en buena parte quienes apuestan por una educación conductista, apuestan por Estivill. En el post anterior ya hablé del tema del famoso “amigo” de los niños, Eduardo Estivill. Decía ayer, y digo hoy, que doctores tiene la Iglesia. Así que hoy quiero cederle parte de mi espacio a María Berrozpe, doctora en Biología y autora del debate científico sobre el sueño infantil. Berrozpe lleva un año trabajando de forma minuciosa en el estudio de toda la bibliografía publicada sobre estos métodos conductistas. Creo que está haciendo una labor encomiable y poco a poco los medios de comunicación le están haciendo caso. ¡Menos mal! Hoy ha publicado este maravilloso artículo en el que desgrana punto por punto por qué Estivill no tiene razón. Y aquí os lo dejo para que os informéis. Esto ya no es opinión, se trata de estudios serios y publicados en las revistas del sector.

Empieza así:

Acabo de ver una entrevista publicada en Informativos.net el 19 de Marzo del año 2014 en la que la periodista Gema Castellano le pregunta por las críticas que recibe su método y usted, de nuevo

, como hace años tuve la desgracia de leer y escuchar, vuelve a decir que estas críticas solo están en internet.

Si deseas seguir leyendo el artículo de María Berrozpe, pincha aquí. Ahora, una vez que hayas leído con atención, entonces decide qué quieres para tu hijo.

Si te gusta esto y estás de acuerdo, comparte para que muchas madres/padres y, sobre todo bebés, dejen de llorar de manera desconsolada.

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