Carlos Maribona el 05 feb, 2007 Jarrete de ternera de Santceloni No iba a dedicar un post a SANTCELONI. Pero anoche repetà por segunda vez en tres semanas y de nuevo tuve la sensación de encontrarme en el mejor restaurante de Madrid. Como mi hijo Carlos cumplÃa 18 años le dejé elegir un restaurante para la cena. Y me pidió Santceloni. Qué quieren que les diga. Nos pusimos en manos de Óscar Velasco con el menú degustación y pudimos probar algunas cosas que ayer mismo se incorporaban a la carta. Para empezar, como aperitivos, un tartar de dorada con las primeras trufas blancas de la temporada sobre crema de almendras; y un platito de guiso de garbanzos con cochinillo. Mejor el primero que el segundo, dentro de un gran nivel. Luego, ensalada de langosta con frutos secos. La langosta, excelente, llevaba un ligero y suave toque de vainilla. Seguimos con unos ravioli con huevo y setas (plato nuevo), perfectos, que serán aún mejores cuando las setas alcancen su momento óptimo. A continuación verduritas con tripa de bacalao en una especie de salsa verde muy ligera, magnÃfico plato. Después un pez san pedro con alcachofas (también las primeras de la temporada) que estaba bueno pero fue lo que menos me impresionó (dado el nivel general, claro). Para terminar, mi familia tomó el jarrete, plato clásico de la casa que ilustra este post, que a mà me sustituyeron por una ‘grouse’ (como la de la foto de aquà abajo). HacÃa tiempo que no la tomaba porque cada vez es más difÃcil de encontrar en España (y me temo que también en Escocia. El maitre, Abel Valverde, me confesó que el año pasado recibieron cuatro en todo el año). Su sabor penetrante de caza bien curada es único y no apto para todos los paladares. Más aún que la becada. Utilizaron la prensa (otro instrumento que desaparece de las salas de los restaurantes) para sacarle todo el jugo y la verdad es que la disfruté mucho. Red Grouse Tras la satisfacción de la mesa de quesos, cada vez más impresionante, una sopa de piña con helado de yogur y un postre de chocolate con quenelle de nuez pusieron fin a una cena memorable por la cocina y por el servicio (enormes Abel Valverde y David Robledo y todo su joven equipo). Aquà sà que se pagan con gusto los 120 euros (sin pan ni bebidas) que cuesta el menú. Y para beber, primero unas copas de champán GOSSET GRAND ROSÉ, luego un toro PAGO LA JARA 2002 (es una pena que ya no quede porque ahora es cuando está redondo, qué manÃa de bebernos los vinos antes de tiempo) y después un SEIS VIÑAS LAURONA 2000, de la D. O. Montsant. Otros temas Comentarios Carlos Maribona el 05 feb, 2007