Salvador Sostres el 31 oct, 2018 Los socialistas no han querido reprobar a Maduro: tampoco Podemos ha querido hacerlo. No me sorprende. Lo que me sorprende, lo que realmente me asombra es que Albert Rivera haya desbloqueado los presupuestos de Pedro Sánchez y que fuera tan tonto -porque he de pensar que adrede no lo hizo- de crear el caldo de cultivo que acabó haciendo imposible que el PNV no apoyara la moción de censura contra el presidente Rajoy. No me sorprende Torra, no me sorprende Puigdemont, no me sorprende la CUP ni los CDR. Lo que me sorprende, lo que me bloquea, es recordar que las elecciones en Cataluña las ganó Inés Arrimadas y que no se nota en absolutamente nada. ¿Hay alguien que haya notado algo? No lo pregunto por molestar, sino por saberlo yo también, porque estaría encantado de notar algo. 36 diputados sobre 135 es un 26% del Parlament; 84 sobre 350, un 24% del Congreso. Pedro Sánchez es hoy presidente del Gobierno y si Inés Arrimadas llevara desde marzo de vacaciones en París no nos habríamos ni enterado. Ciudadanos se presentó, primero ante los catalanes y luego ante el conjunto de los españoles, con dos argumentos fundamentales: el primero, el de ser decisivos para que el nacionalismo no gobernara en Cataluña ni condicionara la política en Madrid. El segundo, la regeneración democrática. En Cataluña ganaron y los nacionalistas -ahora independentistas- gobiernan a sus anchas, de modo que el supuesto voto útil ha acabado siendo el más inútil, decepcionante y decepcionado desde 1980. En España, gracias a la moción de censura caldeada, propiciada por Ciudadanos, y sobre todo por Albert Rivera, los independentistas son más decisivos que nunca para aprobar los presupuestos: unos presupuestos que, por cierto, en un acto de frivolidad, arrogancia e irresponsabilidad -otro más- Rivera ha desbloqueado creyendo que de este modo perjudica a Pablo Casado o se diferencia de él. Albert ha creído siempre que es más listo que los demás, pero gracias a su incompetencia tenemos a Sánchez de presidente y ahora unos presupuestos desbloqueados para que Pablo Iglesias los continúe negociando entre Waterloo y la cárcel. Ni Pujol cuando más fuerte estaba humilló tanto al Estado. Nunca perdió las formas -ni se las hizo perder a ninguna institución- favoreciendo la clase de espectáculos que Rivera ha promovido con su narcisismo incontrolado, que tan caro le está saliendo a España. Suele suceder que los que dicen que vienen a salvarnos son los que de un modo más atroz nos acaban arrasando. La España que Rivera nos ha regalado es la que trafica con los PGE en la cárcel y alienta a Maduro para que siga masacrando a los venezolanos. Cuando pienso en los cientos de miles de votantes de Ciudadanos me acuerdo de aquel gag teatral en que Rowan Atkinson es el Diablo recibiendo por grupos a los pecadores en el infierno y cuando le tocan los ateos les dice: “os debéis estar sientiendo una gran banda de idiotas”. EspañaOtros temasPolítica Comentarios Salvador Sostres el 31 oct, 2018