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Blogs French 75 por Salvador Sostres

Albert. Hacedme caso

Salvador Sostres el

A Rivera le han echado del trabajo por lo mismo que arruinó a Ciudadanos. Él es lo peor, lo más innoble y bajo que ha dado la política española en mucho tiempo. Puigdemont o Iglesias por lo menos creen en algo, aunque sea deleznable. Rivera no es más que un cínico, que un oportunista aprovechado que convierte cualquier buena idea en algo turbio y desgraciado.

Gandul, pretencioso, presumido sin causa. La misma decepción que acabó siendo en Cataluña es la que resultó ser en España. El gobierno Frankenstein es su gobierno. El de su dejadez, el de su arrogancia. El de creer siempre que es más listo que los demás sin haberlo jamás demostrado. Ninguna generosidad, siempre ha sacado más provecho de lo que ha arriesgado. Siempre ha sido un superficial jugando a hacer ver que se preocupaba de las cosas importantes. Fue el caldo de cultivo de la moción de censura al presidente Rajoy. Y fue el que abandonó a los catalanes que había confiado en él para irse a la mitad de la partida a jugar a los espejos en el Congreso.

Se puso pelo. Dejó a su mujer para irse con una cantante. No son detalles. Ni siquiera circunstancias. Es una manera de ser y de perjudicarnos. Es una manera de no ser y de retratarse. Yo puedo equivocarme y yo puedo respetar a los equivocados. Me cuesta mucho más respetar a los desalmados, a los que sólo creen en sus ganancias y del modo más miserable y descarnado. A Rivera le han echado por jeta y por vago, y él alegará que no le cumplieron con esto con aquello, y será falso. Este oficinista con ínfulas, secretario venido a más, mamarracho dándose importancia y que usa palabras cuyo significado ignora, fue el primer error de España en Cataluña, y no valen excusas porque lo exhibisteis desnudo, de modo que lo pudisteis verlo entero y de una vez, en toda su monumentalidad falsaria.

Todo esto sobre Albert, lo escribí la primera vez que lo vi, y me dijeron que lo decía porque yo era independentista. Es cierto que yo entonces era independentista. Pero entonces y siempre he entendido las cosas y a las personas mucho más rápido que los demás y, y lo he sabido escribir mejor que nadie, y ha vuelto a pasaros que el tiempo que os habéis pasado negándome os ha costado mucho dinero y mucha tristeza. A mí me da igual. Yo lo digo por vosotros, que sobre todo últimamente no vais sobrados de éxitos de perspicacia. Ya que me tenéis, y casi gratis, hacedme caso.

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