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Blogs Que la fuerza te acompañe por Alfonso M. Arce

Una pregunta engañosa: ¿Es prioritario o superfluo el gasto en un gimnasio?

Cuando pasamos por estrecheces económicas ¿es verdad que damos prioridad a nuestra salud?

Una pregunta engañosa: ¿Es prioritario o superfluo el gasto en un gimnasio?
Alfonso M. Arce el

Dejando a un lado a aquellas personas que pagan un gimnasio para luego no ir jamás, hecho sorprendente pero real, hay otro grupo de población que no duda en recortar esta parte de sus gastos en cuanto vienen mal dadas. Es lógico y normal, sobre todo teniendo en cuenta que no hace falta un gimnasio para hacer ejercicio, y que muchas personas pagan una cuota para subirse a caminar en una cinta, algo que carece de sentido si lo pensamos un poco, pero bueno. Hasta aquí todo lógico y normal, parece que no hay muchos argumentos a favor de mantener nuestra suscripción al gimnasio, o a nuestra aplicación móvil de entrenamientos online en estos tiempos en los que sube la hipoteca, la cesta de la compra, la gasolina, el gas, la electricidad y los tambores de guerra solo nos hacen barruntar nubes negras.

El ejercicio es un pilar más de tu salud, no es el único. La alimentación es igual o más importante (para mi está al mismo nivel), pero resulta que la calidad de los productos que compras también se va a ver muy impactada por toda esta espiral de precios al alza. Además, venimos de una pandemia que hasta hace bien poco nos tuvo confinados, con cierres perimetrales, aislados de nuestros seres queridos… Hay estudios que comprobaron que la población española ganó de media más de tres kilos de peso en el confinamiento. Aunque quedó muy chachi en las redes sociales eso de salir a aplaudir por la tarde, o los vídeos haciendo abdominales en la alfombra de tu salón, la realidad es que todos fuimos más sedentarios, y el contexto tampoco era como para darle vueltas a si te comías más o menos galletas. Nuestra salud física y emocional lleva instalada en una racha bastante mala.

El punto inquietante es que pese a que se nos llene la boca diciendo que la salud es lo primero, algo que dice hasta una persona sedentaria con un cigarrillo en la mano, hacemos ajustes económicos en nuestra vida cuyo impacto negativo sobre la salud es directo. No hace falta que pagues ningún gimnasio, ni aplicación, ni entrenador personal para hacer ejercicio, pero si inmediatamente piensas que eso son gastos superfluos, es difícilmente creíble que para ti sea prioritario, por lo que te costará mucho encontrar tiempo o justificación para algo tan simple como, por ir a lo más simple, salir a caminar los dichosos diez mil pasos.

Creo que nadie se ha planteado dejar de tener internet o un móvil. A muchas personas les genera ansiedad solo pensar en ello ¿Es superfluo tener Internet? Posiblemente no, pero no es mortal dejar de estar conectados. Las consecuencias del sedentarismo y de una mala alimentación son graves y, si las queremos llevar al terreno de lo estrictamente económico, cuestan una auténtica fortuna, porque derivan en una lista de enfermedades crónicas que se lleva una importantísima partida del gasto sanitario mundial. Nos está saliendo muy caro este orden de prioridades que tenemos en nuestra sociedad. Solo necesitas un parque o unos metros cuadrados de una habitación para hacer ejercicio, pero es imprescindible que previamente exista voluntad para hacerlo y el firme convencimiento de que debe ser una prioridad en tu vida. De no ser así va a dar igual, no te engañes, porque que tengas más o menos dinero no suele tener gran influencia cuando empiezas a correr o te dispones a mover cien kilos en peso muerto. En esos momentos tanto el pobre como el rico te dirán que les cuesta un esfuerzo. Quizás es eso, que huimos del esfuerzo y buscamos las alternativas más fáciles o más evidentes. Hacer un examen de conciencia personal de cuáles son realmente los motivos que nos llevan a elegir unas cosas sobre otras no me parece sencillo, pero ¿lo haces o actúas impulsivamente dejándote llevar por lo que aparentemente es de sentido común? Puede que en todos nosotros haya un poco de ambas cosas, pero una alimentación sana y realizar ejercicio físico nunca deberían ser considerados cuestiones menores en nuestras vidas ¿Lo son en la tuya?

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Alfonso M. Arce el

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