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El batido de proteína, ¿ángel o demonio?

Mitos y realidades de uno de los suplementos más extendidos entre los deportistas

El batido de proteína, ¿ángel o demonio?
Alfonso M. Arce el

La sabiduría popular es grande y extensa. Todos hemos escuchado alguna vez que si en un restaurante de carretera ves muchos camiones, allí se come bien. Ellos saben elegir, son la voz de la experiencia. Creo que todos podemos corroborar que en alguna ocasión cuando hemos parado donde hemos visto camiones, la experiencia ha sido entre mala y muy mala.

Aplicando estas lógicas aplastantes que suele tener el ser humano, podemos concluir que “si toda la gente cachas va siempre con un batido de proteína, el batido de proteína te pone cachas”. El principio es similar al de los camiones y también falla.

Al grano ¿cuánto me ayuda el batido de proteína a ponerme fuerte? La verdad es que desconozco el dato porcentual o el último estudio de la universidad más avanzada del mundo, pero con otra pregunta puedo responder a la primera ¿cuánto me ayuda un suplemento de omega 3 a memorizar el temario de mi oposición?

No sé si hace falta darle muchas más vueltas. Tanto en un caso como en el otro si no te machacas entrenando y si no pasas horas memorizando, no hay suplemento que valga. Hay que ser rotundos, si te tomas un batido de proteína esto es lo que te va a pasar: nada, absolutamente nada. Es una nada que choca de lo nada que es, ni bueno ni malo. Ni te vuelves Superman, ni se activan tus células cancerígenas o te pones morado.

¿Significa eso que no funciona? ¿Hay tantas personas autosugestionadas en el mundo? ¿Por qué lo toman algunos atletas de primer nivel? ¿Nos engañan? Es normal que salten todas estas dudas ante lo que parece una especie de fraude mundial. Ni lo uno ni lo otro, un batido de proteínas puede ser una buena opción como suplemento cumpliendo algunas normas como, por ejemplo, la más fundamental que es saber por qué lo tomas, cuándo y cómo,  para lo cual siempre te recomiendo la supervisión de un nutricionista. Más allá de cada caso particular, vamos a exponer algunos de los mitos y realidades de los batidos de proteínas:

  • No son mágicos: el efecto placebo que tenga en cada cual es algo subjetivo, pero si te tomas unos polvos diluidos en agua, leche o zumo y te transformas en otra persona capaz de realizar cosas que el día antes no podías ni imaginar, creo que deberías saber que te han dado una sustancia de la que deberías alejarte. Recuerda, todo aquello cuyos efectos están fuera de cualquier rango normal y son casi inmediatos, será ilegal o muy perjudicial para tu salud. Y no hablo de un café que te espabila.
  • No son drogas: las personas cuya dosis de deporte semanal consiste en caminar de su coche a su puesto de trabajo, tienden a pensar que un bote de proteínas son esteroides anabolizantes. No hay que molestarse en desmentirlo, esas sustancias no se pueden adquirir sin receta médica o sin acudir al “mercado negro”. Sería curioso que hubiese tiendas repletas de botes de productos, cuya venta está prohibida o incluso perseguida, con carteles de descuento o de llévate dos paga uno. Básico.
  • Acaban con tu hígado deshecho: aquí hay varios mensajes entrelazados. Sí, es verdad, una dieta con unos niveles de proteína desmesurados puede llevarte a problemas hepáticos. Esta realidad poco tiene que ver con los batidos salvo por el hecho de que es más sencillo incrementar tu dosis diaria de proteína bebiendo batidos que comiendo chuletón. Es decir, el problema no está en la fuente sino en la cantidad. No he encontrado estudios al respecto, pero os aseguro que hay una cantidad de sandía a partir de la cual, su consumo es mortal. También pasa con los churros de puesto de feria con relleno de crema y bañados en chocolate, en este caso la dosis mortal es mucho más fácil de alcanzar. Añado una anotación, muchos de los que condenan los batidos de proteínas porque van a acabar con tu hígado, beben diariamente una cantidad de alcohol mucho más perjudicial para su salud que el dichoso batido.
  • Son adictivos: en absoluto. Es mucho peor y más sencillo engancharte a una palmera de chocolate de la máquina a media mañana. Del tabaco mejor no hablamos.
  • No valen para nada: si esta afirmación lo que quiere decir es que su aporte nutricional se puede encontrar en la comida real, siendo esta opción mucho mejor por la cantidad de micronutrientes que aporta y que no están el batido… es rotunda y totalmente cierto. Dicho esto no tendría sentido nunca tomar un batido de proteínas, pero puede tener su valor como suplemento.

 

¿En qué casos estaría justificado?

Desde mi punto de vista resulta desconcertante que alguien que consume batidos de proteína tenga que justificar nada. No es un criminal y en ocasiones es una persona que cuida de su salud bastante más que la media de la población. A nivel general hay dos ejemplos básicos en los que “encaja” como estrategia dentro de un plan de alimentación completo y equilibrado:

  • Su uso para ayudarte a alcanzar determinados macros o calorías diarios: en personas que entrenan duro, necesitan mucha comida o están en fase de crecimiento muscular; o personas a las que comer les cuesta una barbaridad (existe y lo pasan mal, no es ninguna broma), un batido les puede ayudar a alcanzar las cantidades de macronutrientes prescrita por su nutricionista o médico en su dieta personal. Les facilita seguir un plan, dicho de otro modo.
  • Una herramienta para evitar males mayores: me explico, si sabes que sales del gimnasio y en la puerta hay tres bares y dos pastelerías y no hay superhéroe que sea capaz de retenerte antes de que te comas todo lo que tengan, un batido que frene tu ansiedad y te ayude a llegar al lugar donde vas a comer ordenadamente, puede ser muy beneficioso.

Y siempre recuerda:

  • Ponte en manos de un profesional de la nutrición. No decidas lo que te va a ir bien por lo que ves en Instagram o lo que hace un campeón del mundo de Crossfit.
  • Lo bueno tiene un precio. Hay proteínas baratas que también son de baja calidad. Por poner un símil es como si compras el pavo más barato y ves que de pavo tiene un 25%.
  • Fíate de marcas reconocidas. No diré ninguna, pero por poco que investigues te van a salir cuatro o cinco de confianza.
  • Olvídate de promesas raras. Si algo te garantiza un resultado inmediato, insisto, o es mentira o lleva algo que NO debes tomar.
  • Ninguna sustancia te va a llevar artificialmente donde, de manera natural, podrá tu esfuerzo diario si le das el tiempo y la constancia necesarios. Las que lo consiguen, se cobran un precio y no son batidos de proteínas ¿se puede decir más veces y más claro?

En  los batidos de proteína, como casi en todo en la vida, ni blanco ni negro.

Que la fuerza os acompañe.

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