Usandizaga no es un desconocido para los medios de comunicación. Haber entrenado a los embajadores de Estados Unidos, Canadá y Turquía, la princesa Nora de Liechstein, Felipe Varela, Eduardo Zaplana, Carolina Herrera o Enrique Monereo, entre otros, consigue que se produzca cierto interés (con tintes amarillos) hacia su perfil, algo que siempre acaba en preguntas relacionadas con las personas que ha entrenado. Si estás esperando ese tipo de entrevista, puedes parar aquí y dejar de leer.
Voy a compartir con vosotros las consideraciones sinceras de un entrenador con décadas de experiencia en los mejores gimnasios de la capital, a lo que se suma una trayectoria deportiva que le ha llevado a lo más alto del CrossFit, los Games, para los que se ha clasificado este año 2022 en categoría Master 55-59. En resumen, un entrenador que abarca una experiencia que va del rendimiento de élite, a la persona que da sus primeros pasos en un gimnasio. Esto es lo que nos contó:
Alfonso M. Arce: Voy a empezar por una pregunta que solo puede responder alguien con tu experiencia para poder darle cierta perspectiva ¿Ha cambiado mucho el negocio del fitness en su sentido más amplio en España? Echando la vista atrás, ¿dónde has visto la evolución más notable?
David Usandizaga: A nivel de entrenamiento personal ha variado bastante. Yo fui de los pioneros en España en los entrenamientos personales. Cuando empecé hace veinticuatro años era algo prácticamente desconocido en la mayoría de los gimnasios y a día de hoy llevo más de 30.000 entrenamientos personales a mis espaldas. He tenido la suerte de trabajar en algunos de los mejores gimnasios de Madrid como era el Squash Abascal, que ahora es el Metropolitan, en el Abasota ahora desaparecido, luego pasé al Palestra que también ha desaparecido… He pasado por todos ellos y la gran diferencia a nivel entrenamiento personal es que ahora prima el entrenamiento exprés de treinta minutos, en el que te da tiempo a hacer casi todo a nivel de circuito. El cliente ya no tiene tiempo de ir al gimnasio una hora y media o dos horas, antes sí, se iba al gimnasio y se hacía algo más de vida allí, incluso era típico aprovechar y comer en el mismo gimnasio, ahora no. Nuestra sociedad nos lleva con prisa a todos lados, la gente quiere ir, sudar la camiseta y salir pitando. Con media hora se pueden hacer muchas cosas, es más que suficiente si tu objetivo es estar en forma, no necesitamos más.
A nivel de clases colectivas hay estilos que también han desaparecido. Yo he vivido la época en la que el aerobic o el step arrasaban, y ahora se ha dado paso a otro tipo de clases donde se evita el alto impacto y es todo más fácil de seguir, si al cliente le puedes dar la misma clase toda la semana, pues mejor. La gente busca un resultado y el resultado es salir con la camiseta empapada.
A nivel tecnológico las máquinas de ahora frente a las de hace veinte años tienen una diferencia abismal, en los gimnasios priman las máquinas de cardio porque es lo que demanda la gente. Lo de ir a hacer pesas es un concepto que se ha quedado antiguo. La gente ya no dice «voy a hacer pesas», se busca más el enfoque de los circuitos. El perfil del típico culturista ha quedado prácticamente fuera de los gimnasios comerciales y es algo más de nicho, de gimnasio de barrio en el que se concentra este público, que además necesita unas mancuernas mucho más pesadas y otro tipo de equipamiento. Son dos conceptos de clientes que no se juntan y los centros de unos y otros también son diferentes. Cada uno elige lo que quiere y lo que puede pagar, porque también los precios son muy diferentes. El gran público busca un deporte sano, sin excesos, no quiere encontrarse a su lado en el gimnasio ni al extremo de la hipertrofia ni al de la anorexia.
Alfonso M. Arce: Con toda tu experiencia acumulada ¿Todavía hay algo que te sorprenda?
David Usandizaga: Pues me sorprende cuando todavía te encuentras a alguien en la sala entrenando con una bolsa de basura para sudar más. Esto son cosas añejas, leyendas urbanas, cuando realmente es contraproducente para la salud. A nivel técnico, también es habitual ver alguna cosa que te revienta las retinas de los ojos cuando te encuentras con ella, normalmente son personas que entrenan en solitario y aunque no sean tus clientes les adviertes, porque llega a ser peligroso lo que están haciendo. Pero bueno, hay que respetar a estas personas, ¿quieres hacerlo así? ¿Quieres hacer ejercicio con una bolsa de basura encima? Mi labor es advertirte que no es bueno, que te equivocas, luego ya cada cual debe decidir.
Alfonso M. Arce: Hay un perfil de cliente que se pone unos objetivos que atentan directamente contra su salud, en el fondo hay un dilema ético ¿Tienes alguna línea roja?
David Usandizaga: Cuando surge un problema de este tipo normalmente intento solucionarlo yo mismo, dado que ya tengo una experiencia y un criterio. Personalmente parto de la idea de que cada cual puede hacer con su físico lo que quiera, yo no soy quién para decidir por los demás qué deben hacer o no. Hay ocasiones en las que alguien viene y me dice «quiero ponerme fuerte» y ya sé lo que va a venir después. Yo lo explico muy claro, siempre está la vía rápida o la lenta. Por supuesto la vía rápida tiene unos resultados brutales, ahora bien yo no voy a ser la persona que te lleve ese plan, pero si lo haces hazlo por favor con criterio, que te lo lleve un médico o un especialista. Que te hagan un control de analíticas, que te diga cómo está tu riñón y tu hígado, y que lo lleves con rigor.
A mi han llegado a preguntarme que qué era más dañino si la cocaína o los anabolizantes. Visualmente es mucho peor la cocaína claro, porque visualmente con los anabolizantes todo es perfecto, el problema es lo que viene por dentro, que no lo ves. El cáncer o el problema hepático que te puede producir no lo ves, y el destrozo físico de otras drogas sí. Esto puede llevar a engaño.
Alfonso M. Arce: En medio de tu carrera profesional te tocó la irrupción del CrossFit en el mercado ¿Qué crees que tiene esta metodología para conseguir tantos adeptos?
David Usandizaga: Puedo hablar en primera persona porque también me atrapó a mí. Yo empecé de la misma manera que ha empezado casi todo el mundo, un amigo me dijo que por qué no probaba una clase, lo hice y me enganchó. Es una manera de entrenar que por poco competitivo que seas, aunque sea contigo mismo, atrapa. Y es tan simple como que hay una pizarra donde anotas tus resultados y puedes comparar tu rendimiento, y eso transmite ilusión. Con buenos profesionales no hay riesgo de lesión, con una buena planificación y buenos entrenadores no es una actividad a la que tener miedo. Yo entreno en CrossFit Bellum y jamás he visto una lesión allí. Con una programación adecuada y la comunidad tan fuerte que se crea, sientes que has triunfado y eso puede llegar a ser algo tan bestia que hasta dejas amigos de toda la vida. A mí me ocurrió, mis amigos me dijeron un día ‘David, has cambiado, ya solo hablas de CrossFit’, así que me di cuenta y acoté eso de hacer vida con la gente del box, si al final no haces otra cosa que hablar de CrossFit y de tu box, llega un momento en el que no hay quien te aguante.
Alfonso M. Arce: ¿Qué consejos darías tú, que has llegado a los CrossFit Games, a cualquier persona que quiera empezar a competir?
David Usandizaga: La primera competición debería ser para disfrutar. La gente cuando va a una primera competición está muy nerviosa, yo solo les insisto en que disfruten, que no se coman el coco con que si entran o no en semifinales, o lo que sea. Que se lo pasen bien, porque en caso de que mejoren y cada vez se vuelvan más competitivos, llega un momento en el que la presión por ganar o por estar en la final ya sí que no permite ese disfrute. Se convierte en otra cosa, porque hasta puedes llegar a tener la presión de ganar una medalla porque hay que rendir cuentas a un patrocinador, pero en el 95% de los casos o incluso te diría que en un 99% el objetivo debería ser disfrutar.
Una pregunta que me hacen muchas veces es si yo creo que alguien tiene nivel para competir. Pues claro que sí, porque para eso hay una serie de categorías en las que te puedes apuntar, y luego hay que tener claros una serie de elementos antes de soltar a alguien al redil y que te coman las fieras, para que no te lleves una depresión, o una frustración personal porque te sentías Mat Fraser en tu box y quedes el último en categoría escalado. Yo una de las cosas que hago es orientar a otros atletas en el tipo de competición a la que deberían apuntarse, porque hay torneos de segunda o tercera categoría que igual son los mejores para probarse. Si de buenas a primeras intentas ir al French Throwdown, que es la competición número uno en Europa, pues igual te llevas el chasco de quedar el último de los que se apuntan al clasificatorio.
Alfonso M. Arce: Y para acabar, como atleta master, ¿qué recomendaciones harías a quienes quieran entrenar duro por encima de los cuarenta o cuarenta y cinco años?
David Usandizaga: Yo he tenido la suerte de que a mí me entrena un master, Iñaki Pérez, aunque en mi caso hay algo distinto y es que yo desde los seis años que me puse un kimono de judo y no dejé el deporte jamás. Yo tenía un buen fondo físico y mi techo lo encontraba en la técnica, porque intentaba mover cualquier peso a lo bestia, y no solo lo intentaba sino que lo conseguía y claro, me tenían que frenar para no acabar haciéndome daño. Nunca me ha pasado, pero la suerte es que me ha llevado un entrenador master y me ha controlado el volumen de entrenamiento.
Hay personas que contratan una programación famosa y se ponen a seguir los entrenamientos de campeones de los Games. He visto gente que apunta un entrenamiento en pizarra con bloques A, B, C, D, E y F con dos horas y media de duración. Yo les escribo y les pregunto si de verdad están haciendo eso con cincuenta años y me dicen que sí, que han acabado muertos, y claro lo que yo les digo es que lo raro es que no acaben en un hospital de verdad y no de manera figurada. Hay gente que compite y que no mejora por mucho tiempo que pase, pero luego te ponen unas pizarras de entrenamientos tremendas. Está claro que no lo están haciendo bien. A mí me ponen tres sesiones, pero por ponerte de ejemplo el día de hoy, por la mañana he tenido una primera parte técnica de snatch de treinta minutos, he dejado un descanso de una hora y media, después he hecho otra sesión de entrenamiento de quince minutos y luego a las ocho de la tarde iré al wod normal del box. Tres sesiones pero divididas en pequeños trozos.
Recomiendo a los atletas master que se pongan en mano de entrenadores master, porque son los que van a poder entenderte, y esto es más importante cuanta más edad tengas. Se trabaja mucho mejor con pequeñas dosis de calidad que con un gran volumen en una única sesión. Por encima de 40 o 45 hay que priorizar la calidad a la cantidad. Yo no he tenido jamás una lesión haciendo crossfit, me he lesionado mucho más con el judo que con el crossfit. Agujetas o molestias muchas veces, pero es lógico al trabajar con cargas altas ya que en mi caso además compito. Es imposible que un atleta master soporte sesiones de dos horas y media o acabará destrozado.
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