
Casi seguro que has tenido oportunidad de ver algún vídeo en el que, a cámara lenta y de manera casi hipnótica, una bola sujeta por algo que nos recuerda a un taladro de toda la vida, golpea una zona muscular provocando un movimiento ondulante de los tejidos. Se trata de las pistolas de masaje por percusión, un invento que ya lleva bastante tiempo formando parte del arsenal de deportistas y fisioterapeutas, pero que últimamente está ganando adeptos y ha pasado a ser un complemento más en el entrenamiento del deportista amateur. Vamos a analizar qué consiguen estas pistolas, qué es lo que no debes esperar de ellas, qué hay que tener en cuenta a la hora de comprar una y contaros mi experiencia personal con la pistola Fixx 1.0 de la prestigiosa marca Compex.
¿Qué hacen las pistolas de masaje?
Las pistolas de masaje ofrecen lo que se conoce como terapia de vibración o percusión. Este tipo de masaje proporciona ráfagas rápidas de presión en el tejido muscular del cuerpo a medida que la cabeza oscila hacia adelante y hacia atrás. A diferencia de otras herramientas de masaje miofascial con algunos resultados similares, como por ejemplo los rodillos, las pistolas de masaje pueden aplicarse de una manera mucho más precisa en una zona concreta en la que haya que actuar. La terapia de percusión no elimina por completo el dolor muscular. Pero lo que sí hace es aumentar el flujo sanguíneo a un área específica, algo que puede ayudar a reducir la inflamación y tensión muscular y deshacer esas molestas contracturas que aparecen tras un duro entrenamiento. Otra de sus indicaciones consiste en la aplicación antes del ejercicio para acelerar la preparación de los músculos. Resumiendo, estas pistolas están indicadas para disminuir las agujetas, relajar la musculatura y para calentar antes de la actividad física.

¿Qué es lo que no hacen las pistolas de masaje?
Aunque sus propias fichas técnicas lo dejan bastante claro, conviene recordar que:
- No sustituyen a ningún médico.
- No sustituyen a ningún fisioterapeuta.
- No adelgazan, por mucho músculo que tonifiquen.
- No te «ponen cachas». Lo siento, tendrás que seguir sudando y esforzándote.
¿Qué debo tener en cuenta a la hora de comprar una pistola de masaje?
A medida que el uso de estos aparatos se ha ido extendiendo, la cantidad de modelos disponibles en el mercado es mucho mayor y, además, con un amplísimo rango de precios. Es tal la oferta que no resulta extraño que cueste tomar una decisión de compra. Hacemos repaso a las principales características técnicas que marcan las diferencias entre unos u otros modelos. La pistola Fixx 1.0 de Compex que he podido probar pasa con nota todos estos puntos:
- Peso y ergonomía: un peso ligero y un brazo percutor que se puede mover a diferentes ángulos de trabajo como el de la pistola Fixx 1.0 o su hermana mayor la 2.0, te ayudarán a que el auto masaje sea una labor mucho más sencilla. No es ninguna tontería, llegar a determinadas zonas puede ser un problema si el brazo es fijo o si la pistola pesa demasiado. No subestimes la fuerza que hay que aguantar por la vibración.
- Velocidades de percusión: hay pistolas con muchas velocidades. A la hora de la verdad puede que no sean necesarias tantas o que merezca la pena pagar más por ligereza que por tener muchas velocidades.
- Duración de la batería: este aspecto puede no ser crítico si vamos a utilizar la pistola en el salón de casa, pero si tienes una competición o una actividad deportiva que te va a mantener todo el día «danzando por ahí», necesitas asegurarte de que a media mañana tu pistola no se quede sin batería. No obstante valora si, en función al uso que le vas a dar, te conviene comprar alguna batería extra.
- Ruido: para mi es fundamental. Hay algunos modelos muy baratos que resultan muy molestos a nivel acústico, ya no tanto para la persona que los utiliza, sino para cualquiera que viva bajo un mismo techo. Si le vas a dar uso frecuente, no descuides este aspecto.

Prueba de producto: Compex Fixx 1.0.
Lo primero que he de decir es que antes de abrir un producto de este tipo, esperas que todo sea un tanto complejo, pero nada más lejos de la realidad. Poner en marcha la pistola es realmente sencillo, sin necesidad de mirar ninguna guía, de manera totalmente intuitiva se puede cargar la batería, insertarla en la pistola en cuanto está cargada, cosa que ocurre razonablemente rápido, y todo listo para empezar.
Hasta aquí es un juego de niños, ahora bien, para empezar a aplicar la vibración en aquella zona donde necesites, sí que conviene invertir un mínimo de tiempo en ver algunos vídeos e informarte bien. Tenemos que tener en cuenta que, además del nivel de percusión que aplica la propia pistola, se le suma nuestra propia fuerza. Podemos pasarnos de intensidad. Para aquellas personas que crean que un masaje con estas pistolas es algo relajante y placentero, he de deciros que no suele ser así. Casi siempre va a ser algo molesto, pues estamos percutiendo sobre zonas contracturadas o con agujetas la mayoría de las veces. Esta molestia no debe ser exagerada, porque provocará el efecto contrario al contraer nosotros mismos la musculatura para protegernos de este dolor. En mi caso, utilicé la Fixx 1.0 para tres usos diferentes:
- Dolor de gemelo localizado: tras la típica subida del gemelo, me apliqué la pistola para ayudarme a relajar esa molestia posterior que te acompaña un par de días. La aplicación era relajante y rebaja la sensación de tirantez del gemelo, pero tuve que ir con pies de plomo y mucho tacto, era fácil pasarse con la presión.
- Dolor irradiado hacia la zona del hombro: aquí el masaje fue global por toda la espalda al no tener una zona concreta mal, sino un conjunto de contracturas ocasionados por una mala postura al dormir que no para de darme problemas y me hace visitar al fisio de vez en cuando. Con mucho cuidado de no tocar columna (importante) fui repasando diferentes zonas musculares. El resultado fue muy satisfactorio y casi inmediato. En mi caso personal, solo por este uso, ya justificaría la compra en cualquier caso.
- Calentamiento previo a la actividad física. Solo puedo decir que se nota, sin más. En mi caso no es crítico, ya que no la he probado en un entorno de competición en el que uno sale «a darlo todo», sino en mi entrenamiento normal diario. Como digo, se nota y se agradece, pero entiendo que el auténtico cien por cien de la pistola se saca para empezar una competición «a fuego» o en circunstancias en las que calentar bien es más duro como, por ejemplo, con temperaturas gélidas.

Puede parecerte una inversión cara, pero si le vas a dar un mínimo uso, desde luego no es descabellado comprar una pistola de masaje. Si quieres empezar por algo más modesto, Compex también tiene una hermana pequeña de la 1.0 que es la Fixx Mini. Desde luego, si estás dando tus primeros pasos en el deporte, tras muchos años de sedentarismo, la pistola puede esperar. Lo primero que deberías hacer es ponerte en manos de un entrenador personal y que él o ella te indique. Y que la fuerza te acompañe.
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