“Es todo un reto conseguir concentrar en una sola imagen toda una historia”.
Cuando trazamos en una superficie con la ayuda de un lápiz una figura, una representación, una semejanza o una apariencia de algo, intentamos transmitir una experiencia, un deseo o simplemente un sentimiento. Ese acto de trazar es lo que conocemos como dibujar. Un dibujo puede decir mucho de nosotros mismos o del dibujante que lo ha plasmado en esa superficie. Este es el caso del ilustrador David de las Heras. Un ilustrador/artista plástico afincado en Barcelona que transmite a través de sus trazos un mundo paralelo y onírico. David realizó sus estudios artísticos en la Universidad del País Vasco especializándose en la rama de pintura. Su trabajo como pintor ha sido expuesto en diferentes países como Portugal y Alemania. Ha expuesto también en ciudades como Barcelona, San Sebastian, Bilbao, Vitoria, y Madrid. Su trabajo se ha podio ver recientemente, por ejemplo, en ABC Cultural, en “Atlas de la España imaginaria” editado por Nórdica Libros y muchas más colaboraciones de carácter editorial. David es un ilustrador imaginativo que transmite a la perfección la cultura de la ilustración de comunicar con imágenes de marcada diferencia por su colorido y textura.
¿Qué te llevó a realizar los estudios artísticos especializándote en la rama de pintura?
Desde muy pequeño supe que quería estudiar Bellas Artes o algún otro estudio relacionado con lo creativo. En mi familia siempre hubo interés por el mundo del arte y siempre me motivaron para que siguiera una carrera artística. Una vez en la carrera mi primera intención era cursar la rama audiovisual; los primeros años lo estuve intentando, pero me di cuenta que no conseguía encontrar el lenguaje que estaba buscando para transmitir lo que quería. Llegué a frustrarme muchísimo, yo quería ser cineasta; es el arte que más me ha emocionado siempre. Pero con el tiempo comprendí que era más gratificante y necesario encontrar la manera de poder comunicarte con el mundo, antes que encontrar un medio concreto con el que hacerlo y aferrarte a él. Por esto mismo, al no conseguirlo con la imagen audiovisual, encontré la pintura como ese medio donde poder expresarme.
¿Qué es para ti la ilustración?
La ilustración en mi opinión es una manera de comunicación, en el que el ilustrador mediante una imagen debe complementar una idea o un texto. Creo que es importante en este caso que el creador tenga en cuenta el público al que va dirigido, y valerse de ciertos recursos y símbolos que ayuden a que la lectura de alguna manera amplíe horizontes.
¿Cuáles son tus ilustradores de referencia y que pueden llegar a inspirarte?
Hay muchos ilustradores que tengo como referencia. A nivel técnico me gusta mucho el trabajo del ilustrador Gerard Dubois, me encanta el humor de Sempé. Entre los ilustradores españoles, Arnal Ballester, Pep Montserrat y Riki Blanco, aparte de que han sido mis maestros, me inspira la manera en que comunican las ideas.
¿Qué herramientas de trabajo utilizas para componer tus ilustraciones? ¿Qué prefieres, técnicas tradicionales o digitales?
Últimamente mi trabajo lo he estado realizando al óleo, aunque parezca extraño me resulta más rápido y sencillo resolver una ilustración con esta técnica. Además las técnicas tradicionales te dan la opción de equivocarte y que ese supuesto error se convierta en un acierto. Al final en mi opinión una persona creativa tiene que encontrar la técnica que mejor vista la idea que quiere transmitir. Pero claro cuando se trata de realizar encargos muy rápidos, la mayoría no arriesgamos y nos valemos de nuestros recursos para componer una imagen efectiva y bien resuelta.
Has comentado: “El dibujo es ese cobijo, un espacio donde puedo sentirme protegido y libre de ataduras, donde exploro mi conciencia y mis sentimientos, un lugar para aprender y alejado de los encargos profesionales”.
Es completamente un cobijo, y ahora más que nunca. Para mi es la manera más natural y efectiva de volcar todo esos sentimientos y emociones que están luchando por salir, es la manera más efectiva de darle una forma real, y tangible a aquello que no podías ver pero que sientes dentro. Al final esos dibujos que no son encargos profesionales, son dibujos salvavidas que te mantienen a flote. Los ves y piensas “esta es la manera en que he solucionado ese miedo que tenía, esa tristeza o encontré la forma exacta de representar la felicidad que me da verla cada mañana”
¿Qué haces cuando el cliente dice sencillamente “no me gusta”?
En estos casos intento respetar su opinión, al fin y al cabo es él el que te contrata. Analizo cuales son las razones por las que no le ha gustado la propuesta y me tomo como un reto realizar algo que encaje mejor con lo que busca. Normalmente esa segunda opción me gusta más a mi y al cliente que la primera, así que salimos ganando los dos.
¿La ilustración, que parte tiene de arte y, que parte tiene de encargo profesional?
Creo que la parte artística viene de que es una persona creativa la que la realiza y que es una manera de comunicación como otro tipo de arte. La parte de encargo profesional esta en que la ilustración tiene ciertos limites impuestos al estar enfocado a un público concreto. De alguna manera esto último hace que el creador no sea libre del todo.
¿Tienes predilección con algún tipo de encargo? ¿Con qué tipo de encargos te sientes más cómodo?
La verdad es que me encanta ilustrar portadas de libros. Es todo un reto conseguir concentrar en una sola imagen toda una historia. La ilustración igual que la fotografía, o la pintura tienen una lectura diferente a otras artes. Por esto mismo conseguir que el lector se haga una idea sobre de que va la historia o que le haga interesarse por un libro con una sola imagen, es un trabajo difícil a la par que gratificante cuando lo consigues. Aparte de conseguir que la portada llame la atención entre tantos libros que tiene alrededor.
¿Qué es lo que más te cuesta dibujar?
Pues me cuesta mucho dibujar los pies de los personajes, jejeje, sobretodo cuando están realizando alguna postura complicada. No me gusta tampoco dibujar casas, soy bastante perfeccionista y tener que dibujar cada detalle de un edificio me cansa un poco.
¿Cuál dirías que es tu mayor habilidad y cómo las has ido perfeccionando a través de los años?
Quizás mi mayor habilidad es dibujar retratos, antes incluso de realizar la carrera de Bellas Artes me dedicaba a hacer retratos por encargo. Con los años he conseguido soltarme más con la pintura y hacer estos retratos más rápido. Creo que también se me da bien crear una buena paleta de color en cada ilustración. Encontrar los colores que necesita cada ilustración según lo que quieras transmitir. Crear la atmósfera perfecta para cada imagen.
¿Cuando ilustras un texto tienes total libertad?
No siempre. Por eso mismo me gusta realizar varios bocetos antes y mostrarlos al cliente. En una ocasión ilustré una historia en la que aparecía una pareja en la cama y el cliente me dijo que como el libro iba a distribuirse en colegios religiosos esa imagen no era adecuada.
“Creo que aunque la ilustración se ayude de símbolos comunes, que ayuden a la lectura, el lector debe tener libertad de interpretar la idea general por su cuenta”.
Cuando empiezas un proyecto nuevo ¿cómo afrontas tu día a día a la hora de ilustrar? ¿Cuál es tu proceso creativo?
Lo primero de todo es saber qué tipo de proyecto es y a quién va enfocado. Leerme el texto si es posible; a veces si es un texto muy largo y no tengo mucho tiempo pido un pequeño resumen. Luego como comentaba antes, realizo una serie de bocetos. Y si me los aceptan ya me pongo con el arte final. A veces pienso que dedico demasiadas horas al trabajo de ilustrador. Pero supongo que si sigo así es porque al final me compensa.
¿Qué es lo que te interesa mostrar con tu obra?
Me interesa sobretodo abrir puertas, o crear puentes. Que alguien cuando vea la imagen sienta que le resulta familiar, que lo relacione con algo que es propio y que le haga reflexionar. Creo que aunque la ilustración se ayude de símbolos comunes, que ayuden a la lectura, el lector debe tener libertad de interpretar la idea general por su cuenta. El texto, la ilustración es como la luz que puede ayudar a dar visibilidad a un pensamiento propio.
¿En un sociedad como la nuestra en que todo es imagen, debería estar más reconocida la labor de los ilustradores por parte de la sociedad?
Totalmente. Es curioso porque el valor que se le da es minúsculo pero la importancia y lo que te marca en el día a día una imagen es enorme. Y detrás de esas imágenes hay profesionales que intentan resolver problemas mediante ellas. Al final creo que todo creador debe ser critico y toda imagen contiene un carácter político, sea cual sea, al final es una opinión concreta de alguien respecto al mundo.
Tocas diferentes temas, desde poesía visual, metáforas visuales, hasta imágenes realistas ¿cómo consigues ese cambio de registro?
Al final para mi es como quien lee el periódico por la mañana, luego se pasa la tarde leyendo una novela y al final del día mira una película. Me refiero a que como observador del mundo me voy nutriendo de diferentes imágenes y eso después ayuda a componer un tipo de lenguaje concreto. Cómo un banco de imágenes que tienes en la cabeza. A nivel visual vas buscando que apariencia quieres que tenga tu trabajo. A nivel poético ayudan las experiencias y una mezcla entre la razón y la intuición.
¿Sigues al pie de la letra el encargo que te han hecho? o ¿vas buscando transmitir algo en concreto dejando tu impronta personal?
Intento siempre que mi trabajo sea algo personal. Pienso como me gustaría a mi que me contarán esta idea. Reflexiono y se lo comento al cliente. Al final he tenido la suerte que en la mayoría de los casos he podido encontrar algo que me implicase personalmente en el proyecto.
Eres un ilustrador en el que predomina el color, que no utiliza el blanco y negro en sus obras ¿Por qué?
Supongo que es porque al color lo veo como un recurso más para poder transmitir lo que quiero. Es una herramienta que bien utilizada puede ampliar enormemente el significado de una idea. De todos modos si hay algún proyecto que imagino que puede funcionar mejor en blanco y negro, seguramente seguiría ese camino.
¿Somos buenos los españoles en ilustración y diseño?
Creo que sí. Hay muchos ilustradores españoles en las mejores agencias internacionales, gente que publica en todo el mundo. A nivel de diseño prefiero no opinar porque es un campo que tampoco conozco mucho.
¿Qué opinas del diseño editorial en España?
Creo que como en diferentes ámbitos hay cosas buenas y malas. Las buenas es que cada vez hay más editoriales que se preocupan por la libertad creativa del ilustrador y que tiene más en cuenta el diseño editorial del libro. Creo que es a causa de que ahora más que antes necesitan que el cliente tenga la sensación de que se lleva un producto único, algo especial que los medios digitales no le podrían ofrecer. Siempre hay editoriales que no necesitan tanto cuidar su diseño, pero hay otras que para ellos es muy importante. El diseño forma parte del circulo para que una publicación quede redonda.
Ahora mismo en España han surgido muchos editores independientes que apuestan por textos clásicos ilustrados y de calidad, ¿cómo valoras este momento editorial?
Pues es de agradecer trabajar con estas editoriales independientes, yo he tenido la suerte de trabajar con Blackie Books y con A Buen Paso, dos editoriales independientes que han hecho de su trabajo su pasión, y que cada libro que sacan es como un regalo que ofrecen al mundo.
¿Cómo estás viviendo estos años de crisis que están afectando tanto al país y sobre todo al sector editorial?
Pues como se puede. Intentando ser critico con quien hay que serlo y sobretodo no desanimarse. El mundo creativo a nivel laboral siempre ha estado en crisis, nunca se le ha dado el valor que se merece; pero ahora pues incluso más. Yo empecé a dedicarme a esto cuando ya llevábamos un buen tiempo con la crisis, así que no conozco otra realidad. Al final consigues sacarte las castañas para poder hacer lo que te gusta, incluso si es dedicando tu tiempo a otra cosa que no tiene que ver con lo creativo.
Recientemente has ilustrado un conjunto de textos de Julio Llamazares que ha reunido Nórdica Libros en “Atlas de la España imaginaria”, cuéntanos cómo fue este proceso.
La verdad es que estoy muy emocionado con este proyecto. Cuando me lo pasaron me sentí muy agradecido. Al principio no tenían muy claro que tipo de papel podía tener la ilustración aparte de que apareciese en la portada, pero sabían que querían que hubiese parte de mi trabajo dentro también. Entonces les propuse una idea; ya que Julio Llamazares explicaba con el texto el lugar y la razón de donde había venido el dicho popular; y Navia con sus fotografías mostraba esos lugares; la ilustración podía utilizarse para mostrar el dicho. De esta manera se encontrarían tres maneras diferentes de leer el libro. La idea les gustó mucho y después de varios bocetos me puse con el arte final. Las ilustraciones acompañarían cada capitulo del libro a modo de portadilla.
También realizas trabajos para medios impresos ¿cómo es este proceso creativo cuando debes ilustrar estos textos?
Es diferente a realizar otro tipo de encargos. Los tiempos de entrega son mucho más cortos, de horas o de un día para otro. Por esta razón creo que tienes que encontrar metáforas e ideas muy claras y efectivas. Aparte, al ser medios que tienen una tirada muy grande, el rango de lectores es mayor y la ilustración debe ser adecuada para una comprensión general de ella.
El arte digital y la aplicación de nuevas tecnologías tienen cada vez más importancia en el gremio. ¿Hacia dónde va esto? ¿Va a cambiar el mercado?
Creo que esta bien que cada vez haya más herramientas de expresión y el arte digital es una más. No pienso que se pueda dejar de lado otro tipo de herramientas más tradicionales. Hay ilustradores que siguen utilizando técnicas que llevan años y años utilizándose y que no pierden interés por parte de los clientes ni por parte de los lectores. Creo que es importante que exista muchos tipos de interpretación artística y el arte digital es muy bienvenida.
¿A la hora de leer tienes preferencia: papel o digital?
Papel sin duda.
Para terminar, ¿Qué libro estás leyendo actualmente? ¿Qué libro de no-ficción recomendarías? ¿Y de ficción?
En estos momentos esto leyendo el clásico El señor de las moscas de William Golding. Un libro de no-ficción que recomiendo es A sangre fría de Truman Capote. Y de ficción un libro que leí cuando era adolescente que me dejo marcado, Ensayo sobre la ceguera de José Saramago.