En la selva tienen un grave problema: ¡hay que buscar a alguien que ocupe el trono porque el Rey León ya no quiere seguir gobernando!
El rey parece cansado, aburrido con la rutina y la pompa, tantas veces repetida. Cuando finalmente abre la boca, el público se sorprende:
—AAArrrg… Ay, Ay, Ay… Qué pereza…
El tedio se ha apoderado del rey, no quiere seguir con las responsabilidades de gobernar y resolver los problemas a todos los animales de la selva. Quiere un sucesor. Quiere otro animal.
Este es el comienzo de la fábula para niños escrita por Paulo Valente (1953) y llamada El león ya no quiere rugir (Siruela). Una escritura y un amor por los animales que son para Valente lazos de familia. Hijo de Clarice Lispector, considerada una de las escritoras principales del modernismo brasileño. Su madre le transmitió ese amor por la escritura y la lectura, además por los animales, ya que ella también amaba esa naturaleza que la rodeaba.
Un cuento sobre ese Rey León que ya no quiere rugir, inspirado en la suite musical el Carnaval de los animales del compositor romántico francés Camille Saint-Saëns (1835-1921). Una obra -la musical- de la que su autor no querÃa que nadie escuchara a excepción de algunos de sus buenos amigos, al menos, no mientras todavÃa estuviera vivo, ya que era un compositor que se tomaba muy en serio su reputación, y sabÃa que el Carnaval harÃa reÃr a la gente, como lo hace, gracias a todos los «chistes» musicales en los que trabajó.
Pero la historia presentada por Valente va más allá del chiste. Es una clara crÃtica al poder establecido. Una crÃtica polÃtica del poder absoluto y de cómo manejarlo, pero con el resultado de la moraleja de que una vez superado, en ese poder deben participar todos, y no solamente uno.
¿Os gustarÃa ser el rey de la selva? ¿Vivir rodeados de lujo y riqueza? Antes de responder pensadlo bien, porque ¡no basta con tener muchas ganas! Por ejemplo, ¿serÃais capaces de decidir quién tiene el cuello más largo: la jirafa o la serpiente? ¿ConseguirÃais, cada dÃa, tener contentos a todos los animales y atender sus peticiones y necesidades? Aunque gobernar en la selva parezca muy fácil, ¡a veces también cansa!
Una gran fantasÃa zoológica para niños despiertos, que guarda un fondo crÃtico esencial y describe a través de esos personajes fantasiosos, una realidad polÃtica y social que se da actualmente en muchas partes del mundo. Valente no subestima a los más pequeños, ya que ellos están hoy muy preparados, y qué mejor, que lo más pequeños para lanzar preguntas y criticar con su verdad aquello que puedan ver y leer.
Además, está acompañado a la perfección, por la interpretación gráfica de las ilustraciones del dibujante brasileño Rogério Soud. En sus páginas, traza un discurso gráfico colorido, el e que la historia del león está interpretada con dibujos muy realistas, que elevan la expresividad de cada uno de sus personajes, como por ejemplo la representación del mono que es el primer ministro del reino, el conde Alcahuete, el maestro de ceremonias.
Un libro contra el autoritarismo, ya que no se puede tener un rey león permanente, lo bueno es, que es el propio león el que se da cuenta. Valente plantea múltiples cuestiones para que pueda haber una discusión entre padres e hijos como por ejemplo ¿quién es el mejor candidato para suceder al rey?, ¿el elefante?, ¿el ratón?, ¿el rinoceronte?, ¿el burro? o, ¿el cisne? Un buen libro para leer en familia.
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